Derivado del sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre de 2017, muchas viviendas y edificios tanto en la Ciudad de México (CDMX), así como en los estados de Morelos, Chiapas, Oaxaca, Gurrero y Tabasco, resultaron colapsados y otros tantos, presentan severos daños resultando ser peligrosos, por lo que es importante conocer su estado antes de regresar a habitarlos.
- Según la AMIS, solo el 8.6% de las viviendas tienen una póliza que cubra daños por desastres naturales, lo cual es una cifra baja.
- Después del sismo ocurrido el 19 de septiembre de 2017, muchas viviendas resultaron colapsadas o con severos daños en varias regiones de México.
- El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) proporcionan información útil para distinguir entre daños estructurales y no estructurales en las viviendas.
- Es importante revisar si hay fisuras o fracturas en los elementos estructurales de las viviendas, como paredes, escaleras, ventanas, balcones, entre otros.
- Las fisuras suelen ser rompimientos superficiales y no suelen representar un peligro grave.
- Las fracturas pueden ser más grandes y pueden ser riesgosas dependiendo del tipo de construcción y si afectan el soporte de la vivienda.
- Las grietas diagonales en los muros estructurales son las más peligrosas y requieren una revisión urgente.
- Las grietas en las losas de los techos también pueden indicar daños, pero su reparación puede variar dependiendo de su orientación y relación con otros elementos estructurales.