El reconocido dinosaurio Tiranosaurio rex podría tener un pariente nuevo y aún más antiguo que lo antecedería entre 5 y 7 millones de años. Así lo informó un estudio publicado en la revista académica Scientific Reports, donde explica que esta revelación en Nuevo México implica una pista fundamental que convoca a paleontólogos a desentrañar otro paso más en la cadena evolutiva de la historia.
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Esta sorpresa arqueológica, a la que llamaron Tyrannosaurus mcraeensis, es una especie diferente pero estrechamente relacionada al T rex. Según los investigadores, sus huesos fueron descubiertos décadas antes de que la criatura obtuviera oficialmente su nombre científico.
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¿Cuáles son las principales diferencias?
“La mandíbula inferior de un Tiranosaurio rex es bastante robusta, lo que significaba que podía hacer lo que quisiera”, dijo Anthony R. Fiorillo, director ejecutivo del Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México en Albuquerque. “En cambio, con una mandíbula más delgada, incluso con dientes grandes, significa que tendría menos fuerza de mordida”, agregó.
Por su parte, el T mcraeensis no tenía una cresta prominente sobre los ojos. Los científicos creen que la cresta del T rex se usaba para ayudar a atraer parejas, dijo Fiorillo, también coautor del estudio publicado en la revista. Mientras que en el caso del T. mcraeensis, la cresta es mucho más sutil.
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Cómo identificaron al T mcraeensis
Aproximadamente una cuarta parte de su cráneo fosilizado se encontró en el transcurso de los años 80 y principios de los 90, en un área ahora conocida como Elephant Butte, Nuevo México.
Debido al tamaño de los especímenes, los huesos fueron categorizados originalmente por el Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México como T. rex, que creció hasta 12 metros de largo y 10 toneladas de peso. Sin embargo, después de un análisis más cuidadoso, los investigadores notaron que los dientes y la mandíbula eran más delgados que los de los fósiles de T. rex y que el cráneo carecía de la característica cresta detrás del ojo del famoso dinosaurio.
Por su parte, Fiorillo enfatizó que por ahora es una idea “altamente especulativa”, pero añadió que, a diferencia del tiranosaurio pigmeo encontrado en el Ártico,”el T. mcraeensis probablemente no experimentó cambios dramáticos en la temperatura y la luz en el sur de América del Norte, por lo que pudo seguir creciendo”.