Una de las lecciones más duras que ha tenido que aprender Meghan Trainor desde que saltó a la fama con su sencillo ‘All About That Bass’ es que resulta vital encontrar un equilibrio entre lo que comparte de su vida personal y lo que debe permanecer en el ámbito privado.
Hace un tiempo, por ejemplo, desveló que había instalado dos inodoros en uno de los cuartos de baño de su casa para que Daryl y ella pudieran utilizarlos a la vez y aprovechar ese rato para charlar. También habló de sus encuentros sexuales con su marido Daryl Sabara en su propio podcast, y ahora desearía no haber dicho nada al respecto.
“La única cosa de la que me gustaría que dejara de escribirse es de cuando hablé sobre las relaciones con mi marido y dije que me dolía después. Dije que está muy bien dotado y todavía sigo viendo titulares que dicen: Meghan no puede caminar porque su marido es demasiado grande’. ¡Por favor, dejad de escribir ese artículo!”, ha confesado en una nueva entrevista con el podcast ‘The Pick Up’.
Desde entonces ha pasado ya un año, y nadie ha olvidado sus comentarios. Meghan también ha aclarado que en su momento buscó ayuda profesional y diagnosticaron vaginismo, definido como la tensión involuntaria de la vagina. Para ella fue toda una sorpresa porque pensaba que la incomodidad que sentía después de mantener relaciones con penetración. La pareja ha probado todos los ángulos y posturas, y cada uno es peor que el anterior.
Meghan se casó con Daryl en 2018, después de crecer viéndole en la película de ‘Spy Kids’, una de sus favoritas, y tuvieron a su hijo Riley en febrero de 2021. La artista tardó mucho tiempo en considerar siquiera la idea de tener relaciones sexuales con el actor antes de que concibieran a su segundo hijo Barry Bruce, a quien dio la bienvenida al mundo en julio de 2023.