En un operativo nacional que duró aproximadamente seis semanas, el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS, por su sigla en inglés), logró encontrar a 200 menores desaparecidos que se encontraban en distintas partes del país. Esta tarea, llevada a cabo por la agencia federal de policía en conjunto con otras fuerzas estatales, se centró principalmente en la localización y rescate de niños y adolescentes que estaban extraviados, bajo la misión denominada Operación Te Encontraremos 2 (WWFY2, por sus siglas en inglés).
El trabajo se realizó entre el 20 de mayo y el 24 de junio, y se centró en algunas regiones específicas del territorio norteamericano con alta incidencia en menores desaparecidos, según reveló el USMS. Su director, Ronald L. Davis, dijo a través de un comunicado que muchos niños se encontraban en circunstancias peligrosas como trata de personas, explotación sexual y otros tipos de cautiverio y agregó que “aún hay miles en riesgo en todo el país”.
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¿Cómo fue el rescate de los 200 menores desaparecidos?
La agencia policial detalló que la mayoría de las personas que hallaron eran menores que habían huido, aunque también se descubrieron casos de secuestros familiares y no familiares. En detalle, describieron que, de los 200 niños encontrados, 173 eran fugitivos en peligro, 25 se consideraban desaparecidos, uno era parte de un secuestro familiar y otro de un secuestro no vincular. Asimismo, dieron a conocer que el más pequeño recuperado tenía tan solo cinco meses y al menos 14 de ellos fueron encontrados fuera de la ciudad donde residían.
Entre los casos más relevantes, se encuentran secuestros en Michigan, tráfico de personas en Miami-Dade, explotación sexual en Arizona, un secuestro familiar en Oregon y un supuesto infanticidio en Carolina del Norte.
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Esta operación contó con el respaldo de la Ley de Justicia para las Víctimas de Trata de Personas promulgada en el 2015, que amplió las responsabilidades del USMS en relación con menores desaparecidos. Por su parte, el fiscal general, Merrick B. Garland, reconoció el trabajo de los profesionales y destacó los esfuerzos que les brindaron a los niños, sus familias y las comunidades. “No hay palabras para describir el terror que sintieron estas personas. Estoy agradecido a los dedicados profesionales del Servicio y del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados”, sostuvo.
