Un exagente de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) contó recientemente cómo cambió de forma drástica su perspectiva sobre la inmigración. Michael DeBruhl, quien durante 26 años trabajó en la aplicación de la ley en la frontera de El Paso, dedicó gran parte de su vida a detener y deportar a migrantes que cruzaban la frontera de manera ilegal , pero eso cambió radicalmente tras su retiro.
En busca de nuevos desafíos, DeBruhl optó por un camino inesperado: dirigir un refugio para migrantes en la misma frontera que alguna vez patrulló, para así ayudar a las personas que antes detenía. Conoce a fondo su increíble historia y cómo alteró de forma tan radical sus funciones.
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De cuidar la frontera de El Paso a dirigir un refugio para migrantes
DeBruhl comenzó su carrera en la CBP en 1989, con la tarea de patrullar la frontera con México en Texas. Con el tiempo, ascendió en las filas, hasta convertirse en agente jefe en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EU.
Finalmente, en el 2014 y tras 26 años de servicio, se jubiló. Sin embargo, en lugar de seguir el camino tradicional de muchos exagentes, como la seguridad privada o la consultoría, sorprendió a todos al optar por ayudar a los inmigrantes.
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En diciembre del 2022, cuando cientos de extranjeros se congregaron en las calles de El Paso en busca de refugio, DeBruhl fue llamado para asistir en la organización de un espacio seguro en la Iglesia Católica del Sagrado Corazón. Rápidamente, transformó el gimnasio en un refugio funcional, en el que generó donaciones, distribuyó comidas y les proporcionó a las personas lugares para dormir.
La comprensión por la situación que experimentan los migrantes que llegan a EU
En diálogo con USA Today, DeBruhl comentó que la inmigración es un tema extremadamente complejo. Durante sus años en la CBP, entendió los desafíos que enfrentan las fuerzas del orden, pero también llegó a comprender las historias humanas detrás de las familias que cruzaban la frontera.
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Desde que asumió su nuevo papel en el refugio, DeBruhl les brindó asistencia a miles de personas y se convirtió en un defensor de la inmigración. Con su sorprendente historia busca contagiar a otras personas que trabajaron en la protección fronteriza, para que sigan sus pasos.
