Texas nunca deja de sorprender, y esta historia es prueba de ello. Una repartidora de comida vivió una de esas experiencias que solo pueden ocurrir en este estado. Lo que parecía una entrega común terminó con un susto inesperado, justo cuando pensaba que su jornada estaba por terminar.
Todo ocurrió una noche en Corpus Christi, cuando dejó un pedido de un local de hamburguesas en una casa con el pórtico completamente a oscuras. Siguiendo el protocolo, sacó su teléfono para tomar una foto de confirmación con el flash encendido.
Fue entonces cuando notó que no estaba sola: un enorme cerdo barrigón la observaba desde la entrada, inmóvil y silencioso. El inesperado encuentro la dejó desconcertada, sin saber si debía salir corriendo o simplemente reírse de la situación.
Perros callejeros invaden las calles de Zinacantepec, Edomex
¿Qué dijo la repartidora sobre este enorme animal en Texas?
Jennifer Aguilar nunca imaginó que una simple entrega de DoorDash terminaría con un susto monumental. Mientras dejaba la comida sobre una mesa iluminada, escuchó un gruñido y el crujido de algo moviéndose. Su primer instinto fue salir corriendo, pero al encender el flash de su teléfono, descubrió la verdad.
Te puede interesar: En Florida, muchos están impactados con la escena de un lince mientras cargaba un caimán
“¡Me asusté muchísimo! No lo vi al principio, caminé, escuché algo moverse y gruñir. Dejé la comida, encendí la linterna y ahí estaba él, ¡parado en la entrada! ”, compartió Aguilar en Facebook, donde su publicación explotó en reacciones.
Entre risas y nervios, tomó la foto de confirmación, regresó al coche, todavía temblando, y le mostró la imagen a su esposo. “Nos reímos juntos después de ver al ‘cerdo descomunal’”, añadió.
Una historia viral en Texas
La historia se volvió viral, con más de 4,500 compartidos y 117,000 me gusta. En los comentarios, muchos destacaron lo auténticamente texano del momento. “Solo en Texas”, escribió un usuario.
Te puede interesar: Nadie puede creer el espectáculo de animales que se vio en la costa de California
Al final, lo que empezó como un gran susto terminó siendo una de esas anécdotas divertidas que solo pueden pasar en el Lone Star State.