Muchos habitantes de Texas disfrutan del verano en los lagos o ríos del estado, donde está permitido nadar y relajarse dentro del agua. Sin embargo, algunos ciudadanos no tienen en cuenta los peligros que pueden existir a la hora de meterse, ya que, aunque la reserva pueda parecer tranquila en la superficie, por debajo puede haber corrientes que ponen en riesgo a quienes estén divirtiéndose.
Los ahogamientos son comunes en esta época del año por la cantidad de personas que se acercan a algunos de los múltiples espacios acuáticos que hay en el Estado de la Estrella Solitaria para aprovechar y combatir las altas temperaturas. De acuerdo con los datos del Departamento de Servicios de Familia y Protección de Texas, en lo que va del año se han ahogado 23 niños, por lo que las autoridades decidieron difundir una lista con recomendaciones.
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La exdirectora de Educación de Navegantes de la oficina de Parques y Vida Silvestre del estado, Kimberly Sorensen, expresó que “los espacios naturales siempre son cambiantes y la gente debe estar alerta”.
“Es más peligroso nadar en un lago o río que en una alberca o piscina, no solo por las corrientes, sino porque no tenemos ningún control sobre cómo es el espacio. Por ejemplo, en una alberca el piso es parejo, pero en un lago puede ser que el siguiente paso lo des en un hoyo profundo y pierdas el equilibrio”, sentenció.
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Recomendaciones para nadar en lagos o ríos de Texas
- Conocer los límites: si la persona no sabe nadar, lo ideal es que no se meta al agua para no correr ningún peligro. Pero si decide hacerlo, deberá usar un chaleco salvavidas.
- Respetar el agua: es importante enseñar a los niños a respetar el agua desde que son pequeños, para que no tengan comportamientos que puedan ponerlos en peligro. Ya como adultos, siempre se debe actuar con responsabilidad.
- Evitar meterse al agua después de comer o beber alcohol: nadar o meterse al agua inmediatamente después de ingerir alimentos puede provocar calambres o vómitos. Si se hace después de beber alcohol excesivamente, puede tener actitudes riesgosas o perder el control del cuerpo si la persona se encuentra en una situación de peligro.
- Supervisar a los niños todo el tiempo: no perder a los menores de vista si se meten al agua.
- Aprender a nadar: para disfrutar del verano y del agua con más confianza, siempre puede es mejor aprender a nadar.
