Caminar por Nueva York implica toparse con andamios en casi cada esquina. Estas estructuras metálicas, omnipresentes en Manhattan, se volvieron parte del paisaje urbano. A pesar de que su propósito es temporal, muchos llevan décadas sin ser removidos.
Con alrededor de 9,000 andamios instalados, muchos propietarios los mantienen para evitar los altos costos de renovación que la ciudad exige. Esto les permite aparentar estar en obras sin asumir los gastos reales. Pero, aunque son prácticos para algunos, cada vez más personas cuestionan su impacto negativo en las calles.
Más que proteger, oscurecen las calles y propician actividades peligrosas. Los neoyorquinos están al límite, y la ciudad podría estar a un paso de quitarles por fin este incómodo elemento de su día a día. ¿Cómo repercutirá a la vida urbana? Eso te lo contamos aquí.
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¿Cuál es el plan de Nueva York para eliminar estos molestos andamios?
El alcalde Eric Adams lanzó una estrategia ambiciosa para reducir el número de plataformas que adornan las calles de la Gran Manzana. El plan, llamado “Quitar Andamios”, se centra en acelerar las reparaciones de edificios para que no se queden en su lugar por tanto tiempo.
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Bajo este plan, se recortará el tiempo permitido para usarlos a solo 90 días, en lugar de los prolongados 12 meses actuales. Si los propietarios no cumplen con este nuevo plazo, enfrentarán multas de hasta 10,000 dólares.
Además, para aquellos que no puedan costear las reparaciones, se ofrecerán soluciones alternativas, como redes de seguridad y decoraciones creativas, que incluyen iluminación y arte, para darle un giro positivo a estos espacios.
¿Por qué estas herramientas de construcción son una molestia para los neoyorquinos?
Los andamios en Nueva York, aunque necesarios para las renovaciones, presentan varios problemas para los ciudadanos. Estos son algunos de los principales inconvenientes:
- Delincuencia: funcionan como escondites para actividades ilegales, como la venta de drogas.
- Suciedad: acumulan basura y desechos, lo que crea áreas poco limpias.
- Ratas: se convierten en refugios para roedores, que se multiplican en estas estructuras.
- Seguridad: las estructuras deterioradas pueden representar un peligro para los transeúntes.
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Con esta nueva iniciativa, la ciudad se encamina hacia un futuro más limpio y seguro, y los neoyorquinos pueden anticipar un regreso a calles más agradables y menos obstruidas. ¡Prepárate para ver a la Gran Manzana brillar de nuevo!
