El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) anunció fuertes tormentas para esta semana en California. En medio de la alerta, las autoridades de Los Ángeles recomendaron a la población mantenerse alejada de las playas debido a una serie de factores que pueden influir en su seguridad y salud.
Las playas del condado de Los Ángeles pueden presentar altos niveles de bacterias derivados de las tormentas que se desarrollan en el Estado Dorado. La alerta sobre el agua del océano permanece vigente hasta las 4:00 p.m. (hora local) del viernes 14 de marzo, aunque podría extenderse si persisten las condiciones.
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Cuando las lluvias cesen en las zonas costeras, la advertencia de las autoridades permanecerá vigente por 72 horas más y, posteriormente, una alerta de agua de mar regirá desde la playa Will Rogers State Beach hasta la de Santa Mónica.
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“Los bañistas podrán divertirse en la arena, pero se les sigue recomendando que se mantengan alejados de los restos del incendio y que no se acerquen al agua del océano durante cualquier aviso publicado”, apuntaron las autoridades.
¿Por qué recomiendan no ingresar a las playas de Los Ángeles?
El Departamento de Salud Pública del condado de California indicó que las fuertes lluvias que indica el pronóstico pueden traer exceso de bacterias, basura, escombros y productos químicos que se filtran en las calles de la ciudad y en las zonas montañosas. Esta filtración deriva en la contaminación del agua del océano, especialmente alrededor de los desagües pluviales, arroyos y ríos.
Así, las autoridades advirtieron que las personas que ingresen al agua pueden enfermarse, principalmente los niños, adultos mayores o que tienen sistema inmunodeprimido.
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¿Podrían cerrar las playas de Los Ángeles?
El cierre de una playa en el condado se declara cuando un derrame de aguas residuales impacta las oceánicas o cuando se sospecha de un riesgo significativo para la salud. Las autoridades locales y estatales realizan de forma periódica análisis de los niveles de bacterias en el agua del océano.
Estos avisos se levantan una vez las condiciones ya no sean riesgosas para los bañistas y residentes de la zona.
