Con la temporada de tornados en pleno auge en Estados Unidos, los meteorólogos no dudaron en señalar una preocupación adicional: el fenómeno de La Niña. Este cambio en la oscilación del sur marcaría un nuevo ciclo climático cuyo impacto sería significativo en la formación de ciclones tropicales en los próximos meses.
Desde principios de año, los expertos han advertido sobre la transición hacia La Niña. Según diferentes organismos meteorológicos, esta fase del ciclo ENSO (Oscilación del Sur-El Niño) podría establecerse entre los meses de junio y septiembre.
La disminución de la temperatura del agua en el Pacífico central y las condiciones atmosféricas neutrales son signos claros de que este cambio se avecina al territorio.
“Día Cero": ¿Cómo aprovechar el agua en casa?
El impacto en la creación de ciclones
El tránsito hacia La Niña es especialmente relevante en este 2024 debido a su influencia en la aparición de ciclones. Mientras que durante El Niño se observaba una mayor actividad de huracanes en el Pacífico central y este del océano, este fenómeno tiene el efecto contrario, al reducir la incidencia en estas áreas y aumentándola en el Atlántico.
Te puede interesar: Los impactantes videos de los tornados en Kansas y Oklahoma
La cortante del viento (diferencia en la velocidad de este o su dirección entre dos puntos) juega un papel crucial en la formación de huracanes. Durante La Niña, esta cizalladura suele ser más débil en el Atlántico, lo que favorece la aparición de tormentas tropicales.
Además, es importante destacar que la estabilidad atmosférica disminuye, lo que crea un entorno propicio para el desarrollo de ciclones en la región.
La temperatura de los océanos, otro factor clave
El calentamiento global elevó recientemente la temperatura de los océanos, lo cual también facilita la formación de ciclones en el territorio estadounidense.
Te puede interesar: Un verano abrasador y con tormentas: así afectará La Niña al verano del este de Estados Unidos
El año pasado fue excepcionalmente cálido a nivel atmosférico, lo que podría tener repercusiones negativas en la temporada actual. Aunque por el momento el mar se mantiene tranquilo, el estado de alerta persiste.