El verano en Texas siempre ha sido sinónimo de calor intenso. Las extensas planicies, la ubicación geográfica y el clima característicamente seco contribuyen a que esta región del sur de Estados Unidos experimente temperaturas elevadas año tras año.
Sin embargo, en el último tiempo, un fenómeno particular ha hecho que el calor sea aún más sofocante y peligroso: el domo de calor. Este evento climático ha llevado las temperaturas a niveles extremos, superando los récords históricos y poniendo a prueba la resiliencia de los texanos.
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¿Qué es un domo de calor?
Un domo de calor es un área de alta presión atmosférica que se establece sobre una región durante un período prolongado. Esta alta presión actúa como una tapa, atrapa las temperaturas más elevadas y reduce la circulación del aire.
Como resultado, el calor se acumula, lo que eleva las temperaturas a niveles peligrosos. Este fenómeno puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas e intensifica sus efectos con el tiempo.
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¿Qué factores agravan el domo de calor en Texas?
El Estado de la Estrella Solitaria es conocido por sus altas temperaturas, especialmente durante el verano. Sin embargo, varios factores específicos agravan la situación en esta región:
- Geografía y clima: el estado es una región naturalmente calurosa, con veranos largos y temperaturas que a menudo superan los 100° F (38° C). La topografía y las características climáticas del estado contribuyen a que el calor sea más intenso y prolongado.
- Urbanización: las áreas urbanas, con sus superficies de asfalto y concreto, tienden a retener más calor que las áreas rurales, un fenómeno conocido como el “efecto isla de calor urbana”. Esto incrementa aún más las temperaturas locales.
- Cambio climático: los efectos del cambio climático han exacerbado las condiciones extremas en todo el mundo. Allí, esto se traduce en olas de calor más frecuentes, intensas y prolongadas.
¿Será peor el calor en Texas este año?
El pronóstico para este verano es preocupante, ya que las condiciones actuales recuerdan mucho a las del año pasado, según Victor Murphy, del Servicio Meteorológico Nacional. La alta presión atmosférica que crea el domo de calor parece ser tan intensa como la del verano pasado. Murphy se pregunta si esta cresta se mantendrá o se desplazará hacia el norte, lo que afecta a Texas de la misma manera que lo hizo el año pasado.
En el sur texano, ciudades como Brownsville y Del Río ya han registrado temperaturas récord, ya que superaron los registros históricos por márgenes significativos. Murphy destacó que, normalmente, estos récords se superan por medio o un grado, pero ver que se rompen por 2 o 3 grados muestra la magnitud y la fuerza de esta ola de calor.
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La cresta de calor no muestra señales de debilitarse y podría moverse más hacia el norte. Recientemente, San Antonio alcanzó un índice de calor récord de 117º F (47º C), lo que indica que el calor extremo está avanzando hacia el centro texano.
En Austin, las emergencias médicas por enfermedades relacionadas con el calor han aumentado un 90% en comparación con el año pasado y causaron preocupación entre los funcionarios, especialmente por las personas sin hogar.
Aunque el meteorólogo cree que es improbable que este verano sea tan severo como el anterior, que tuvo 45 días consecutivos con temperaturas de tres dígitos, las condiciones actuales y el calentamiento global sugieren que este verano podría estar entre los más cálidos registrados.
