Luego de varios meses de discusión, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, aprobó el martes el proyecto de ley SB 676, la cual le otorga al estado el control regulatorio sobre las plataformas de delivery de comida y les exigirá a las mismas que tengan el consentimiento de los propios restaurantes antes de incluirlos en su lista para tomar pedidos u organizar entregas.
Esta nueva reglamentación fue una de las once normas que firmó el mandatario del distrito norteamericano, donde comprende también que las empresas de reparto no puedan ofrecer unilateralmente precios diferentes a los que figuran en las cartas de los locales gastronómicos adheridos.
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El proyecto, que fue respaldado durante la sesión legislativa de este año por grupos y empresas, también se vio acompañado por reconocidas compañías como Florida Restaurant & Lodging Association, Associated Industries of Florida y Uber Technologies.
¿Qué otros cambios abarca la ley de repartidores en Florida?
La normativa conocida como SB 676, incluye que los repartidores de alimentos deben ofrecer una forma para que los restaurantes se comuniquen con los clientes durante la preparación de los pedidos, la entrega y hasta dos horas después de que un mensajero busque el pedido. Así como también deberán brindar un espacio para que los consumidores tengan forma de expresar sus inquietudes sobre los pedidos.
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Dos de las empresas del rubro más importantes respaldaron esta ley y señalaron que están de acuerdo con las políticas de Florida porque “adoptaron un enfoque colaborativo” sobre cómo las plataformas pueden apoyar a los restaurantes locales.
Además, permitirá retener el control de los datos de los clientes, lo que evitará que los municipios los cambien. En tanto, una de las compañías proporcionará a los locales un método para contactar a sus consumidores, similar al medio por el cual los conductores de viajes compartidos pueden ponerse en contacto con los clientes.
Por el momento, los negocios que realizan su propia entrega de alimentos no se verán afectados por la medida.