Más de 50 personas sin hogar fueron trasladadas de forma repentina desde el refugio Camillus House en Miami a un hostal en Miami Beach, lo que provocó un clima de incertidumbre y alarma.
La noche del viernes, los residentes del centro fueron informados de que debían recoger sus pertenencias y prepararse para salir. Sin mayores explicaciones, fueron subidos a un autobús y llevados al Bikini Hostel en Miami Beach, un destino que pocos esperaban y que ha generado reacciones mixtas tanto en la comunidad como en los medios.
¿Qué razones hay detrás de este movimiento y cómo ha respondido la comunidad floridense? Exploramos los detalles de este traslado inesperado y lo que podría significar para las personas involucradas y para la dinámica de la ciudad.
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¿Qué comunicado expresó la ciudad de Florida ante la sospechosa medida?
La ciudad explicó que el traslado de personas sin hogar al hostal en Miami Beach fue resultado de negociaciones fallidas con Camillus House sobre el aumento del costo de las camas.
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No obstante, los líderes han expresado una visión diferente sobre este movimiento. Afirman que el traslado fue una decisión política, relacionada con la reciente eliminación de una medida electoral que proponía un impuesto destinado a ayudar a las personas sin hogar.
Un portavoz mencionó que, al no llegar a un acuerdo y tras no cumplir con el plazo, decidieron asociarse con el Homeless Trust para encontrar una solución, lo que llevó a esta reubicación inesperada.
¿Cómo se justificó el lugar de alojamiento temporal ante las acusaciones?
En respuesta a las críticas, la administración señaló que las negociaciones habían estado en marcha desde agosto. Eddie Gloria, su director ejecutivo, explicó que el centro había estado en comunicación con la ciudad respecto a la necesidad de incrementar los costos para cubrir los costos operativos.
Gloria afirmó que el acuerdo entre el refugio y la ciudad había expirado el 30 de septiembre y que, aunque se solicitó una extensión para continuar las negociaciones, no se recibió un compromiso antes de la fecha límite: “Camillus ya no podría mantener las operaciones del refugio sin el pago y un acuerdo”, expresó.
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Ante la falta de respuesta, Miami optó por trasladar a los residentes a un nuevo lugar. El hombre mencionó que esta reubicación fue una sorpresa para el centro, ya que no se les informó ni participaron en el proceso.
