En los últimos años, una peculiar tendencia se produjo entre los jóvenes estadounidenses: cada vez más optan por no obtener una licencia de conducir ni adquirir un automóvil. Este cambio en el comportamiento de transporte habría sido impulsado tanto por factores económicos como por un cambio de valores y prioridades en la Generación Z.
Según informó la empresa de investigación de audiencias Global Web Index (GWI), a medida que los costos de los vehículos y del seguro se disparan, muchos jóvenes sienten que obtener un coche ya no es tan prioritario como lo era para generaciones anteriores. Además, el aumento en el uso de servicios de transporte compartido y público ofrecen alternativas más accesibles y convenientes.
Aumento de precios y barreras económicas para los jóvenes conductores
Uno de los principales factores detrás de esta tendencia es el incremento en los costos asociados con los coches. Según información de JD Power, empresa de análisis de datos, los precios de los vehículos nuevos subieron considerablemente y alcanzaron un promedio de 44,604 dólares en julio del 2023.
¡Dos vehículos chocaron provocando la volcadura de uno de ellos!
Esto creó una barrera significativa para los potenciales conductores. A menudo, los jóvenes enfrentan dificultades para asumir el costo de compra, mantenimiento y seguro de un automóvil, por lo que optan por no adquirir uno en primer lugar.
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De hecho, una encuesta reciente mostró que tres de cada 10 jóvenes entre 18 y 24 años vieron un aumento en sus tarifas de seguro en el último año, lo que los obliga a reconsiderar la necesidad de poseer un auto.
Los jóvenes prefieren el transporte público o compartido
Además de los factores económicos, hay un cambio en los patrones de viaje entre los jóvenes. Un estudio del GWI mostró una disminución del 24% en la cantidad de jóvenes de entre 16 y 25 años que planean realizar viajes por carretera frecuentemente.
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En su lugar, muchos optan por utilizar el transporte público o servicios de transporte compartido, dado que estos ofrecen mayor accesibilidad y flexibilidad. Estas alternativas son particularmente atractivas en áreas urbanas donde el transporte público es eficiente y la propiedad de un coche es menos práctica.