El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis , firmó una legislación que dejará a la lucha contra el cambio climático en un segundo plano, reduciendo considerablemente su importancia. Esta nueva ley, que entrará en vigor el 1 de julio, ya genera un enorme revuelo en la región.
Dentro de la medida, se incluyeron prohibiciones a la instalación de turbinas eólicas en alta mar o cerca de la costa. Además, se buscará expandir el uso del gas natural y reducir las regulaciones en torno a los gasoductos.
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Los cambios en las políticas ambientales de Florida
La legislación firmada por el gobernador DeSantis no solo reduce el enfoque en el cambio climático, sino que también borra varios requisitos relacionados con la sostenibilidad ambiental.
Esto incluye la eliminación de la obligación de que las agencias gubernamentales celebren conferencias en hoteles ecológicos y la preponderancia de la eficiencia del combustible al comprar vehículos nuevos para el gobierno estatal.
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Además, se pondrá fin al requisito de que las agencias estatales revisen productos “respetuosos con el clima” antes de realizar compras. Estos cambios marcan un giro significativo en las políticas ambientales del estado, en comparación con medidas anteriores que buscaban abordar el tema y promover la energía renovable.
La legislación también incluye disposiciones para estudiar tecnologías de pequeños reactores nucleares, ampliar el uso de vehículos propulsados por hidrógeno y mejorar la seguridad de la red eléctrica.
La fuerte oposición a esta ley del clima
La medida impulsada por DeSantis no tardó en avivar la controversia. Aquellos que se oponen a esta postura aseguran que ignorar la realidad del cambio climático en Florida es peligroso, dado el aumento del nivel del mar, el calor extremo y las amenazas de inundaciones y tormentas más severas.
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Eliminar la palabra “clima” de los estatutos (norma que fue planteada recientemente) y alejarse de los objetivos energéticos centrados en la eficiencia y la reducción de gases de efecto invernadero podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo, según aseguraron los expertos.
Yoca Arditi-Rocha, directora ejecutiva de Cleo Institute, una organización sin fines de lucro que aboga por la educación sobre el cambio climático, se refirió a la legislación como un acto de “disonancia cognitiva”.
Por si fuera poco, sugirió que el gobierno del Estado del Sol está priorizando las ganancias de la industria de los combustibles fósiles por sobre el bienestar de sus propios ciudadanos.