Cada año, miles de migrantes de Latinoamérica llegan a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Eso implica dejar sus vidas atrás, sus profesiones y su talento, ya que en la que la mayoría de las ocasiones no pueden trabajar de lo que estudiaron en el país del norte.
Según datos del Instituto de Política Migratoria (MPI por sus siglas en inglés), en EU hay alrededor de 2.1 millones de inmigrantes subempleados, es decir, que realizan trabajos por debajo de sus cualificaciones. Más de un tercio de ellos, 446,000, son latinoamericanos.
Son médicos, abogados, ingenieros, con dos y tres títulos universitarios, que llegan al país norteamericano para trabajar como auxiliares, albañiles, asistentes administrativos, cuidadores de niños, cajeros, limpiadores de casas o platos y más.
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El costo de no aprovechar el talento de los latinoamericanos
Jeanne Batalova, especialista en subempleo del MPI, dijo a la BBC que esta situación representa “un enorme desperdicio de capital humano para el país”.
Según el informe más reciente de la Oficina del Censo, unos 14.1 millones de personas, el 35% de los adultos inmigrantes mayores de 25 años, cuentan con un título de licenciatura o superior, una proporción similar a la de los adultos nacidos en Estados Unidos, que es del 36%.
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El 20% están desempleados o viven de trabajos que requieren como máximo un diploma de secundaria, un porcentaje muy superior al de la población nativa, que es del 15.8%.
Una estimación del MPI señala que los extranjeros subempleados en Estados Unidos pierden cerca de 40,000 millones de dólares anuales en salarios no percibidos, lo que repercute directamente en la economía de las familias y también del país, ya que los gobiernos locales dejan de recaudar cada año más de 10,000 millones de dólares en impuestos.
¿Por qué los migrantes no pueden conseguir trabajo de sus profesiones?
Existen múltiples obstáculos que enfrentan los migrantes que llegan a Estados Unidos para poder validar sus estudios y conseguir empleos bien remunerados.
El desafío más inmediato que muchos enfrentan es regularizar su estatus migratorio, eso encadena otra serie de situaciones como ingresar a trabajos precarios o para los que no se necesita cualificación universitaria para poder ganar dinero y vivir durante al menos los primeros años.
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En muchas industrias se requiere que los migrantes obtengan un nuevo título o lo validen realizando más años de estudios, lo que no está al alcance de todos.
