Desde hace tiempo, el Congreso de Estados Unidos evalúa la posibilidad de eliminar el cambio de hora bianual que rige desde 1966 en la mayor parte del país. La Ley de Protección del Sol, impulsada en múltiples ocasiones en los últimos años, busca establecer el horario de verano de manera permanente y ponerle fin a la tradición de ajustar los relojes.
Si esta medida se aprueba, los estados podrían mantener el horario de verano durante todo el año sin requerir aprobación federal adicional. Esta medida ha ganado bastante apoyo recientemente, en gran parte por los problemas en la rutina diaria que el ajuste suele generar en millones de personas.
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Con el regreso de la hora estándar pautado para este domingo 3 de noviembre a las 2 a.m., muchos ciudadanos expresaron su deseo de acabar con esta normativa. Conoce todos los detalles de este tema que genera gran debate en suelo estadounidense.
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El impacto en la salud que trae el cambio de hora
Los defensores de la Ley de Protección del Sol subrayan que los cambios de hora tienen un impacto negativo en las personas. Al alterar los ciclos naturales de sueño, se genera una desincronización del reloj biológico, lo cual puede aumentar el riesgo de problemas de salud en los días posteriores al ajuste.
Además, la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño indicó que estas alteraciones pueden afectar el bienestar mental. Esto debido a que se expone a la población a menos luz matutina, lo cual no es para nada ideal.
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En la actualidad, Hawái y Arizona no modifican las manecillas de sus relojes en ningún momento del año. La razón es que ambos estados se mantienen todo el tiempo bajo la hora estándar.
Las ventajas de mantener el mismo horario todo el año
El ajuste horario, además de confundir a gran parte de la población, puede provocar una disminución en la productividad laboral en los días siguientes. Mantener el mismo horario todo el año facilitaría una adaptación estable a los patrones de luz natural, lo cual mejoraría las labores cotidianas en el invierno.
Quienes abogan por esta postura sostienen que la eliminación del cambio de hora beneficiaría tanto la economía como la seguridad de las comunidades. De todas formas, es el Congreso el que tiene la última palabra en este debate y, de momento, no parece buscar modificar las cosas al corto plazo.