El gobierno de Canadá tomó la sorpresiva decisión de reducir considerablemente el número de inmigrantes que serán aceptados en los próximos años. Tras décadas de mantener elevados niveles migratorios, las autoridades anunciaron que en el 2025 solo admitirán 395,000 nuevos residentes permanentes, cifra que disminuirá aún más, a 365,000, en el 2027.
Esta reducción representa una diferencia significativa en comparación con los 485,000 previstos para este 2024, lo que refleja un replanteamiento de la política de inmigración impulsado por varios factores. Checa todos los detalles de este cambio drástico de paradigma.
La crisis de vivienda en Canadá y su impacto en la opinión pública
Uno de los principales motivos que llevaron a este cambio es la creciente crisis de viviendas en Canadá. Con los precios de las casas en aumento y las tasas de interés elevadas, muchos ciudadanos locales se sienten excluidos del mercado inmobiliario.
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En este contexto, la llegada masiva de inmigrantes es vista como una de las razones principales detrás de esta demanda de viviendas, lo que, a su vez, disparó los precios. Este problema generó una preocupación entre gran parte de la población, que considera que el país admite a demasiados extranjeros.
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Encuestas recientes muestran que una proporción cada vez mayor de la población canadiense se posiciona en contra de mantener altos niveles de inmigración, lo que convirtió a este tema en uno de los más polémicos de la política local. Con las elecciones federales previstas para octubre del año que viene, el gobierno de Justin Trudeau decidió ajustar su enfoque para no perder apoyo.
Críticas y efectos de la nueva política migratoria en Canadá
Como era de esperarse, la decisión generó una enorme división de opiniones. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes expresaron su preocupación por el impacto que tendrá esta medida en las comunidades extranjeras de Canadá.
Syed Hussan, portavoz de la Red de Derechos de los Migrantes, calificó la decisión como uno de los “retrocesos más atroces” en la historia del país. Según él, la reducción en la admisión de residentes permanentes obligará a muchas personas a permanecer en el país bajo un estatus temporal, lo que podría aumentar la explotación laboral y la precariedad en la que se encuentran.
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Además, el gobierno introdujo nuevas regulaciones para limitar el número de estudiantes internacionales, y endureció las normas del programa de trabajadores temporales. Estas medidas buscan reducir el impacto de la inmigración en el mercado laboral, ya que este programa ha sido criticado por mantener los salarios bajos y exponer a los empleados a abusos.
