Este lunes, tanto la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, como el alcalde de la ciudad de la Gran Manzana, Eric Adams, decidieron emitir una advertencia en conjunto para sus residentes después de 20 años, al declarar el estado de emergencia del territorio por una particular razón. ¿Qué es lo que sucede?
Por primera vez en dos décadas, las autoridades estatales y locales debieron informarles a los habitantes que la localidad y 10 condados más del estado permanecen bajo alerta de sequía, una decisión que podría obligarlos a anunciar también restricciones obligatorias de agua.
La última advertencia de sequía de la ciudad de Nueva York se emitió a principios del 2002. Tres meses después, se actualizó a emergencia y, en enero del 2003, se declaró como terminada. ¿Qué pasará ahora?
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Estado de emergencia de sequía en Nueva York
Aunque todavía no hubo limitaciones al consumo, los funcionarios instan a los ciudadanos a conservar agua voluntariamente, mientras los proveedores se concentran en planes de contingencia.
Una de las principales preocupaciones en Nueva York son los embalses. Generalmente, cuentan con alrededor del 79% de su capacidad en esta época del año, pero se han visto reducidos al 60%, y los centímetros de lluvia pronosticados en los próximos días no serían suficientes para reponerlos. De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) dijeron que la ciudad recibió menos de un cuarto de pulgada de lluvia desde octubre.
Sin embargo, no es solo una problemática de Nueva York. Según estimaron las autoridades, la región, junto con otras partes de Estados Unidos, experimenta un otoño inusualmente seco. Más de una décima parte de la sección sur del estado, incluida la ciudad, sufrió una grave sequía durante una semana.
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¿Cuáles son los planes para combatir la sequía?
Uno de esos planes de contingencia, dijo Adams, implica la pausa del proyecto de reparación del Acueducto de Delaware, una iniciativa que requirió el cierre de un túnel crucial responsable de transportar aproximadamente la mitad del suministro de agua de la ciudad. Desde que comenzaron las reparaciones a principios de octubre, se cortó el acceso a cuatro embalses importantes en las montañas Catskill.
El alcalde planea reabrirlo para que el agua de los cuatro embalses pueda fluir nuevamente hacia Nueva York. “La actual e histórica falta de precipitaciones, tanto en la ciudad como en la cuenca del norte del estado, se ha vuelto más crítica”, aseguró el jefe climático de la localidad y comisionado del Departamento de Protección Ambiental, Rohit T. Aggarwala.
