Michael Jordan, la leyenda del baloncesto que conquistó el mundo con la vestimenta de los Bulls, enfrenta desde hace tiempo uno de los desafíos más largos e inesperados de su vida: vender su mansión en Chicago. A pesar de su éxito en las canchas y de haber acumulado una fortuna impresionante, su propiedad en Highland Park, en las afueras de ciudad, lleva más de una década en el mercado sin encontrar comprador.
Desde que fue listada por primera vez en el 2012 con un precio de 29 millones de dólares, la propiedad debió ser rebajada a la mitad, y se sitúa actualmente en 15 millones. Sin embargo, a pesar de esta reducción significativa, la vivienda aún no despierta el interés suficiente de los potenciales compradores.
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El problema no es solo el precio, sino la fuerte personalización de la mansión, que refleja cada detalle de la vida y legado de Jordan, lo que resulta ser demasiado para muchas personas. Desde la puerta de hierro con su icónico número 23 hasta una cancha personalizada con los nombres de sus hijos, la residencia es un gran monumento al nacido en Nueva York.
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La imponente mansión que Jordan no puede vender en Chicago
La propiedad, de más de 5,200 metros cuadrados, es más que una simple casa; está repleta de homenajes a la carrera y vida de Jordan. A lo largo de la mansión, se encuentran detalles que destacan su legado, como el logotipo de su marca en diferentes áreas, un vestuario con sus trofeos y una sala de cine personalizada.
Desafortunadamente para él, esta personalización extrema resultó ser un arma de doble filo. Para los potenciales compradores, es difícil imaginar el espacio como un hogar propio debido a lo marcada que está por la figura del seis veces campeón de la NBA.
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La agente inmobiliaria de Mike, Katherine Malkin, defendió rotundamente la decisión de no alterar la propiedad, al argumentar que esos detalles son parte de su encanto. Aunque si algo quedó demostrado es que vender una mansión tan única no es cosa fácil.
Michael Jordan’s Mansion pic.twitter.com/Btx9lvyOKd
— 𝕏 Homes (@XHomesandDesign) November 4, 2023
Un gran atractivo para los fanáticos de Jordan
La singularidad de la mansión de Chicago también atrajo a un público curioso, pero no necesariamente a compradores. Fanáticos del baloncesto a menudo visitan la entrada de la casa para tomarse fotos frente a la famosa puerta con el número 23, y algunos incluso han solicitado tours privados, aunque no pueden permitirse la compra.
Por si fuera poco, la ubicación también juega en contra del ex Chicago Bulls. Aunque la propiedad es impresionante, se encuentra a unos 3.2 kilómetros del lago Michigan, un detalle que para muchos compradores de alto nivel es crucial, dado que la mayoría prefiere residencias junto a este.
