Esta semana marca un posible punto de inflexión para un reconocido parque acuático de Florida, ya que el condado de Miami-Dade ha presentado una demanda de desalojo para obligar al acuario de mamíferos marinos a abandonar los terrenos de propiedad pública en el paseo marítimo del estado.
Desde hace casi 70 años, el Miami Seaquarium ha sido un espacio de entretenimiento aclamado, conocido por sus espectáculos de delfines, orcas y otros mamíferos marinos. Sin embargo, recientes críticas y preocupaciones sobre el bienestar animal y las condiciones del parque han llevado al condado a tomar medidas legales drásticas.
La demanda presentada el martes 25 de junio en el Tribunal de Circuito representa el último paso antes de que un juez decida el futuro del parque acuático en su ubicación actual. La decisión final podría significar su cierre definitivo o la necesidad de reubicarse y mejorar significativamente sus estándares de cuidado animal y condiciones de las instalaciones.
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¿Cuál es el conflicto detrás del intento de desalojo del Miami Seaquarium?
Miami-Dade posee los 38 acres de terreno donde opera el Miami Seaquarium, administrado por la Dolphin Company con sede en México desde su adquisición en el 2022. La administración de la alcaldesa Daniella Levine Cava ha presentado una demanda para desalojar el parque temático de mamíferos marinos, ya que alega problemas persistentes de mantenimiento y cuidado animal.
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Dolphin Company ha rechazado las acusaciones del condado, clasificándolas de erróneas y basadas en información incorrecta. Esta postura se refleja en una demanda previa presentada por la empresa contra Miami-Dade en un tribunal federal en abril, en un intento por bloquear el proceso de desalojo.
En su demanda, el condado cita informes críticos de inspección del Departamento de Agricultura federal, que regula el bienestar de los animales en cautiverio para entretenimiento. La acusación también señala al parque por no realizar las reparaciones necesarias en las instalaciones, que son propiedad del condado desde su adquisición hace dos años.
Por su parte, la compañía argumenta que se le culpa injustamente por la falta de mantenimiento que, según afirma, no fue señalada como incumplimiento durante años anteriores al cambio de propietario. Esta disputa legal intensifica la incertidumbre sobre el futuro del Seaquarium, un lugar emblemático que alguna vez fue hogar de la famosa serie de televisión Flipper.
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En una declaración conjunta con la comisionada Raquel Regalado, Levine Cava enfatizó en que la prioridad del condado es garantizar la seguridad y el bienestar de los cientos de animales bajo el cuidado del establecimiento. Este enfoque subraya la importancia de proceder con medidas que protejan adecuadamente a los seres vivos involucrados en esta controversia.
