Una serie de amenazas de violencia en los últimos días provocaron que varios padres y madres en Riverside, California, decidan no llevar a sus hijos a la escuela secundaria Chemawa. El origen de esta decisión está relacionada con unos mensajes intimidantes en redes sociales, realizados por una estudiante de 13 años que ya fue arrestada.
Al tener en cuenta la reciente tragedia ocurrida en una escuela de Georgia tras una situación similar, el Departamento de Policía de Riverside actuó de inmediato para investigar las amenazas y lograr identificar a la responsable. Sin embargo, la situación generó que muchos padres optaran por retirar a sus hijos de la institución por el temor.
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Amenazas a la escuela Chemawa de California en redes sociales
El pasado 13 de septiembre, una adolescente publicó en redes sociales una seguidilla de amenazas dirigidas a la escuela secundaria Chemawa, lo que sembró el pánico en la comunidad educativa. Las autoridades informaron que, tras recibir diversas pistas durante el fin de semana, lograron identificar a la estudiante.
La investigación reveló que la menor también publicó una segunda amenaza, en la que marcaba a algunos de sus compañeros de clase como objetivos de una posible matanza. Pese a la gravedad de esto, tras registrar la casa de la joven, la policía determinó que no tenía acceso a armas.
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De todas formas, la responsable fue arrestada y enviada a un centro de detención juvenil por realizar amenazas criminales contra la escuela y otros estudiantes. Su nombre no trascendió.
Repercusiones y consecuencias por las amenazas a la escuela de California
El jefe de policía de Riverside, Larry González, hizo un llamado a la comunidad escolar, mediante el cual advirtió que cualquier tipo de amenaza, ya sea en redes sociales o por otros medios, tendrá graves consecuencias. “No toleraremos ningún comportamiento que socave la seguridad de nuestras escuelas”, indicó.
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Todo el distrito educativo trabaja en estos momentos para garantizar la seguridad en la institución, aunque muchos padres aún se muestran preocupados. La situación reactivó un viejo debate sobre la seguridad escolar y el uso de las redes sociales por parte de los estudiantes.
