El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marcará un cambio significativo en las políticas migratorias de Texas, tal y como lo pronostica el propio gobernador estatal. Greg Abbott señaló recientemente que podrían reducir el gasto en seguridad fronteriza, tras considerar que la nueva administración asumirá un papel más activo en la protección de la región.
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Hasta ahora, Texas lleva gastados más de 11,000 millones de dólares en la Operación Estrella Solitaria (OLS, por sus siglas en inglés), un esfuerzo multifacético que incluye el despliegue de la Guardia Nacional y el envío de migrantes a otras ciudades. Sin embargo, con la implementación de las políticas de Trump, estos recursos podrían destinarse a otras áreas.
Las estrategias fronterizas de Trump que impactarán en Texas
Un punto clave del plan de Trump es el nombramiento de Tom Homan como “zar de la frontera”. El exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) estará a cargo de coordinar las deportaciones masivas y reforzar la seguridad en todos los cruces del país.
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Con décadas de experiencia, Homan promete una estrategia contundente, mediante la que se marcará el regreso a las redadas y políticas más estrictas de control migratorio. Este movimiento refuerza la visión de Trump de una frontera “más segura que nunca”, como lo expresó el propio Greg Abbott.
Implicaciones de las medidas de Trump para los recursos estatales de Texas
La trilogía republicana en Washington, con control de ambas cámaras del Congreso, parece facilitar el traspaso de responsabilidades en seguridad fronteriza al gobierno federal. Sin embargo, se desconoce si Texas será reembolsado por los fondos ya invertidos en la OLS.
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Expertos como Tony Payan, miembro del Instituto Baker, destacan que esta transición podría representar ahorros para los contribuyentes, aunque también afectaría a las agencias que dependen de esos fondos para subsistir. Habrá que esperar para ver qué medidas toma Abbot para combatir esto.
