Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) comenzaron a aplicar las severas órdenes de detener a inmigrantes en redadas para luego deportarlos. Sin embargo, ahora los oficiales están liberando a muchos extranjeros. ¿Por qué?
En los últimos días, al menos 8,000 personas fueron arrestadas por la agencia federal de inmigración en distintas partes del país. Pero un informe del medio NBC News dio a conocer un dato que nadie esperaba: algunos individuos capturados fueron dejados en libertad, pese a las directivas de la nueva administración.
El gobierno de EU quiere continuar con el endurecimiento de ciertas políticas migratorias y así expulsar a millones de personas que están ilegalmente en el territorio norteamericano, aunque los límites judiciales pueden ser uno de sus mayores enemigos a la hora de aplicar estas medidas.
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Los motivos detrás de la liberación de los inmigrantes
Los agentes de ICE recibieron instrucciones de ampliar el número de arrestos, pero debido a restricciones judiciales y falta de espacio en los centros de detención comenzaron a liberar algunos inmigrantes.
Hasta el momento, aunque diariamente publican el número de detenidos, todavía no han informado cuántos han dejado libres, generando dudas en la sociedad sobre si las autoridades realmente podrá deportar masivamente a ciertos extranjeros.
De acuerdo al ICE, los agentes federales hacen “todo lo posible” para mantener seguras a las comunidades, pero, en algunos casos, “deben liberar de custodia a algunas personas arrestadas”.
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¿Quiénes son los inmigrantes que son liberados?
Esta medida favorece a aquellas personas cuya situación no impacta en la seguridad pública del país. En ese sentido, un portavoz del ICE reconoció que los casos judiciales federales limitan a la agencia a detener a individuos indefinidamente si sus países se niegan a aceptarlas de regreso, lo que puede llevar a liberarlas.
Por esa razón, los inmigrantes liberados están en libertad bajo un programa de monitoreo conocido como “Alternativas a la Detención”, donde se realiza un seguimiento de dónde se encuentran estas personas a medida que avanzan a través del sistema de inmigración. De esta manera, la agencia puede rastrearlos mediante monitores de pulseras o registros telefónicos.
Ahora, el ICE prioriza la detención de inmigrantes con antecedentes criminales o considerados peligrosos. Hasta el momento, no hay indicios de que extranjeros con delitos graves hayan sido liberados.
