Fernando Valenzuela, leyenda mexicana del béisbol, falleció este martes 22 de octubre a los 63 años en Los Ángeles, California. Conocido como El Toro, fue una de las figuras más influyentes en la historia de los Dodgers en las Grandes Ligas de EU (MLB, por sus siglas en inglés).
Valenzuela debutó en 1980 con la icónica franquicia de Los Ángeles y, en solo dos temporadas con el equipo, se consolidó como uno de los mejores de la liga. Su habilidad como lanzador lo convirtió en un ícono tanto en su México natal como en Estados Unidos, donde desempeñó toda su carrera deportiva.
Te puede interesar: El precio de las viviendas nuevas de Los Ángeles es menor que el de las viejas: ¿cuánto cuestan?
Su muerte se produce luego de estar semanas hospitalizado en terapia intensiva, y justo cuando los Dodgers se preparan para enfrentar a los New York Yankees en la Serie Mundial. Repasa los grandes logros de su trayectoria.
Fernando Valenzuela, en el Juego de Estrellas 2023 de Liga Mexicana de Beisbol
Los éxitos de la carrera de Valenzuela en Los Angeles Dodgers
Durante sus 17 temporadas en la MLB, Valenzuela acumuló una marca de 173 victorias y 153 derrotas, con una efectividad de 3.54. Su palmarés incluye tanto títulos colectivos como distinciones individuales:
- Campeón de la Serie Mundial de 1981
- Seis veces elegido en el All Star de la liga
- Ganador del NL Cy Young en 1981
- Ganador del NL Novato del Año en 1981
- Líder de ponches en la MLB en 1981
- Dos veces ganador del Guante de Plata
Te puede interesar: Polémica en California por las declaraciones de Ysabel Jurado, candidata a las elecciones en Los Ángeles
Cabe destacar que, en el 2023, los Dodgers decidieron retirar su emblemático número 34 para siempre, en un emotivo y merecido homenaje a su figura.
El fenómeno de la Fernandomanía por Valenzuela en la MLB
En 1981 se despegó el fenómeno de la "Fernandomanía", una fiebre entre los fanáticos del béisbol que invadió tanto México como Estados Unidos. Valenzuela, con su peculiar estilo de lanzar que incluía mirar al cielo antes de soltar la pelota, se convirtió en un ídolo instantáneo.
Las multitudes llenaban los estadios cada vez que El Toro subía al montículo, y su éxito impulsó una gran conexión entre la comunidad latina y el béisbol. La Fernandomanía no solo se vivió en los campos, sino también a nivel comercial, con camisetas y productos con su imagen que se vendían a gran escala.
