Las dudas en torno a la elaboración del presupuesto para el 2025 en Chicago generó una creciente preocupación entre los vecinos y concejales. A medida que el alcalde Brandon Johnson enfrenta un déficit de casi mil millones de dólares, el riesgo de no aprobar este proceso a tiempo es cada vez más posible.
Este retraso podría impactar tanto en el acceso a servicios esenciales como en la vida cotidiana de los ciudadanos, y pone en riesgo la estabilidad económica de la ciudad. De no llegar a un acuerdo antes del 31 de diciembre, Chicago podría enfrentar serios problemas.
El impacto que tendría la no aprobación de un presupuesto en Chicago
La posibilidad de no aprobar el presupuesto para la fecha límite encendió considerablemente las alarmas. Según la concejal María Hadden, si esto no se logra a tiempo, muchas facturas de la ciudad no podrían ser cubiertas, lo que afectaría a servicios esenciales como la recolección de basura y el mantenimiento de la infraestructura.
Transformación del sistema financiero | Índice Económico
Por si fuera poco, el incumplimiento podría derivar en una disminución de la calificación crediticia de la Ciudad de los Vientos, lo cual haría más costoso cualquier tipo de préstamo futuro. En un escenario extremo, Chicago podría encontrarse sin autoridad legal para gastar.
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De ocurrir esto, se paralizarían por completo áreas vitales de funcionamiento y miles de empleados públicos se verían afectados. Si bien hay muy pocas posibilidades de que suceda, los posibles riesgos exponen lo delicado que es este tema.
La posible crisis para los servicios públicos de Chicago
Ante el desafío financiero, expertos y concejales ven un futuro incierto. Ralph Martire, miembro del Centro de Responsabilidad Fiscal y Presupuestaria, compara la situación con la crisis que vivió Illinois durante el mandato del exgobernador Bruce Rauner.
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Las consecuencias de ese “impasse” fueron drásticas, desde servicios sociales sin cobertura hasta una larga sombra sobre las calificaciones de bonos del estado. Para los ciudadanos de Chicago, este escenario podría traducirse en recortes en la recolección de basura y el agua potable, junto con una menor frecuencia de los sistemas de emergencia.