Aunque la ley SB4 de Texas, la normativa antiinmigración más severa de Estados Unidos, aún no entra en vigor debido a decisiones judiciales impulsadas por el gobierno del presidente Joe Biden y por organizaciones de la sociedad civil, una vez que lo haga, los migrantes indocumentados que ingresen de manera irregular al país se someten a penas que pueden ir desde multas a años de cárcel.
Con esa nueva normativa, se penalizan los ingresos ilegales a Texas y se convierten en un delito estatal. Al ser un delito, esto les permite a los policías detener y deportar migrantes. Las autoridades pueden arrestar a una persona por su apariencia, simplemente por sospecha. La ley autoriza a jueces estatales a ordenar la expulsión de migrantes a México.
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Además, por medio de esta norma, el gobierno de Texas podrá invertir 1,500 millones de dólares para construir su propio muro fronterizo. Y permite que se asignen entre 20 a 30 millones de dólares de los impuestos que pagan los residentes del estado por 1.6 kilómetros para construir el muro.
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El gobernador Greg Abbott promulgó la ley a finales del 2023 y tenía previsto entrar en vigencia a inicios de marzo. Sin embargo, una serie de decisiones judiciales frenaron y postergaron su inicio.
Las multas y penas para los indocumentados arrestados en Texas
Según esta normativa, la policía local y estatal del estado puede detener a personas que sospechen que pueden haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos. Esas detenciones no podrán realizarse en escuelas, centros de salud y lugares de culto.
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Pero si los migrantes son detenidos y se los declara culpables de este nuevo delito estatal, pueden ser expulsados o sentenciados a pagar altas sumas de dinero en multas o a pasar muchos años en la cárcel. Las multas pueden ser de hasta 2,000 dólares y si estas personas que son deportadas intentan volver a cruzar la frontera por Texas podrían afrontar hasta 20 años de prisión, dependiendo de sus antecedentes penales.