El pasado miércoles por la tarde, un terremoto moderado sacudió el condado de Orange, California , lo que desencadenó una seguidilla de temblores en varias áreas del sur del estado. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó en un principio que el temblor tuvo una magnitud de 4.3, aunque más tarde se ajustó a un 4.1.
El evento sísmico ocurrió a la 1:49 p.m. y tuvo su núcleo en las montañas de Santa Ana, aproximadamente a ocho kilómetros y medio al suroeste de Corona. Aunque el terremoto tuvo una magnitud moderada, su profundidad fue de casi una milla (1.6 km), lo que contribuyó a que se percibiera en varias áreas de la región.
Según los informes brindados por el USGS, se sintieron temblores en una amplia franja del sur del Estado Dorado, extendiéndose desde Chula Vista al sur, Indio al este, Ridgecrest al norte y Simi Valley al oeste.
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¿Qué repercusiones trajo el sismo?
Afortunadamente, y pese a esta amplia extensión de las repercusiones del temblor en suelo californiano, no se han reportado daños materiales ni lesiones significativas.
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La Autoridad de Bomberos del Condado de Orange confirmó que no recibieron informes de daños de ningún tipo, aunque sus equipos de respuesta ya se encuentran inspeccionando las áreas bajo su cobertura para evaluar cualquier posible impacto.
Por su parte, la ciudad de Corona también emitió un comunicado en el que afirmaron que no sufrieron ningún daño como consecuencia del sismo.
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Pese a esta falta de daños significativos en esta ocasión, las autoridades advierten que este evento sirve como recordatorio de la importancia de estar preparados para futuros temblores. La Oficina de Bomberos del Condado de Orange aprovechó la oportunidad para recordar al público el consejo fundamental en caso de un terremoto: “Drop, cover, hold on”, que en español significa “Agáchese, cúbrase y agárrese”.
