La temporada de huracanes en el Atlántico inició oficialmente el pasado sábado 1 de junio y a su vez llegó la preocupación a los Estados Unidos. Según los expertos meteorólogos, esta podría ser una de las más peligrosas registradas en años recientes.
Las temperaturas récord de los océanos, que llevan batiendo marcas de calor desde principios del 2023, están causando gran preocupación entre los científicos del clima que temen por las repercusiones que este evento podría tener en los próximos meses.
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El calor de los océanos como fuente de huracanes
Las temperaturas del agua en el Atlántico, el Caribe y el Golfo de México “están en niveles absolutamente impresionantes”, según informó Brian McNoldy, investigador de huracanes de la Universidad de Miami.
Los océanos más cálidos funcionan como una especie de combustible para la formación y la intensidad de huracanes, así como también de tormentas tropicales.
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“Todo el Atlántico tropical está más cálido que nunca en esta época del año”, afirmó McNoldy. Estas temperaturas, que usualmente no llegan sino hasta mediados de agosto, prevén que será una temporada muy activa.
El impacto del cambio climático en la temporada de huracanes
Los meteorólogos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) aseguran que el calentamiento global juega un factor clave en el aumento de las temperaturas oceánicas.
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Los científicos atribuyen este calentamiento en gran parte al calor que los océanos absorbieron debido al aumento de las emisiones de combustibles fósiles. Sin embargo, otros factores como la transición de los fenómenos de El Niño y La Niña, mejoras en la calidad del aire y la erupción del volcán Hunga Tonga en el 2022 también podrían influir.
Phil Klotzbach, científico investigador en la Universidad Estatal de Colorado, destacó que la temperatura promedio del agua en la región del Atlántico fue casi un grado más cálida en mayo que cualquier otro año desde que comenzaron los registros, en 1982.