El Telescopio Espacial James Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) sigue mostrando al mundo su gran capacidad, ya que esta vez capturó las imágenes infrarrojas más nítidas hasta la fecha de una porción ampliada de uno de los objetos más distintivos del espacio: la nebulosa Cabeza de Caballo o Horsehead.
Las imágenes muestran la parte superior de la “melena del caballo” o borde de esta icónica nebulosa bajo una luz completamente nueva, capturando la complejidad de la región con una resolución espacial sin precedentes, asegura la NASA.
La Administración explica que las nuevas fotografías muestran parte del cielo en la constelación de Orión (El Cazador), en el lado occidental de una densa región conocida como nube molecular de Orión B. Surgiendo de turbulentas olas de polvo y gas, se encuentra la nebulosa Cabeza de Caballo, también conocida como Barnard 33, ubicada a unos 1,300 años luz de distancia.
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Esta nebulosa se formó a partir del colapso de una nube interestelar de material y brilla porque está iluminada por una estrella caliente cercana, según se puede observar en las imágenes. “Las nubes de gas que rodean a Horsehead ya se han disipado, pero el pilar que sobresale está hecho de gruesos grupos de material y, por lo tanto, es más difícil de erosionar”, explica el organismo estadounidense.
A la nebulosa Horsehead le quedan aproximadamente cinco millones de años antes de que también se desintegre, según estimaciones de los investigadores.
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La importancia de la nebulosa Cabeza de Caballo
Debido a su proximidad y su geometría, la nebulosa Cabeza de Caballo es un objetivo ideal para que los astrónomos estudien las estructuras físicas de las regiones de fotodisociación y la evolución molecular del gas y el polvo dentro de sus respectivos entornos, y las regiones de transición entre ellos. Se considera una de las mejores regiones del cielo para estudiar cómo interactúa la radiación con la materia interestelar.
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La potencia del telescopio permitió que un equipo internacional de astrónomos pueda relevar por primera vez las estructuras a pequeña escala del borde iluminado de la nebulosa. Las observaciones también han permitido a los astrónomos investigar cómo el polvo bloquea y emite luz, y comprender mejor la forma multidimensional de la nebulosa.
In the mid-infrared, Webb captures the glow of substances like dusty silicates and soot-like molecules called polycyclic aromatic hydrocarbons. pic.twitter.com/6TxCAwrLIM
— NASA Webb Telescope (@NASAWebb) April 29, 2024