Una planta procesadora de basura que podría convertirse en la más grande de Estados Unidos está cerca de volverse realidad para Florida. Es que allí se gesta un proyecto colosal que ha generado curiosidad y debate en la comunidad. Todo comenzó después de que el centro de desechos Covanta, ubicado en Doral, fuera devastado por un incendio que dejó al estado en busca de soluciones urgentes.
Con un presupuesto inicial de 1,500 millones de dólares, el condado de Miami-Dade considera seriamente la construcción de una nueva instalación que promete ser un gigante en la gestión de residuos. Esta planta, diseñada por la firma canadiense AtkinsRéalis, no solo reemplazaría a la anterior, sino que también podría convertirse en la procesadora de basura más grande de todo el país, con la capacidad de manejar nada menos que 4,000 toneladas de residuos por día.
Pero, la historia no termina ahí. Aunque el presupuesto inicial es asombroso, los expertos advierten que la cifra podría aumentar considerablemente. Se habla de posibles ajustes que podrían sumar entre 100 y 500 millones de dólares adicionales, e incluso mucho más, antes de que la construcción esté completamente operativa.
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¿Dónde y cuándo comenzaría el proyecto en Florida?
El ambicioso proyecto de construcción de la planta procesadora de basura más grande de Estados Unidos en Miami-Dade no verá el inicio de sus obras hasta el 2027. Este retraso se debe a la compleja obtención de permisos necesarios tanto del estado de Florida como del gobierno federal. Por el momento, no se sabe cuál será su ubicación exacta.
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AtkinsRéalis, que ha realizado importantes proyectos en el Estado del Sol, incluidos tres relacionados con combustibles alternativos y la revisión de diseño para el tren rápido Brightline entre Miami y Orlando, ya cuenta con el visto bueno para ofrecer su experiencia en ingeniería y consultoría para esta obra.
Según el contrato de 10 años firmado con el condado, la empresa no solo diseñará y asesorará, sino que también supervisará la construcción y asegurará el control de calidad durante todo el proceso.
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Con una fecha de inicio proyectada y la entrada en operación estimada para el 2033, esta planta incineradora de residuos promete generar electricidad y combustibles alternativos, además de ser un paso crucial hacia la meta de “cero desperdicio” en la región. No obstante, antes de que las máquinas comiencen a trabajar, Miami-Dade deberá asegurar los 1,500 millones de dólares iniciales y obtener los fondos necesarios para otras prioridades.
