A pocos días de su retorno a la Casa Blanca, Donald Trump intensificó sus medidas contra la inmigración irregular en Estados Unidos. El presidente advirtió que los funcionarios que se opongan a la aplicación de las leyes migratorias federales podrían enfrentarse a investigaciones y posibles cargos penales.
En un memorando interno emitido por el Departamento de Justicia, el fiscal general adjunto interino, Emil Bove, señaló que los fiscales federales deben investigar casos de “mala conducta” por parte de autoridades que dificulten los esfuerzos de las agencias migratorias. Esta política busca contrarrestar la resistencia de ciudades santuario como Nueva York o Chicago.
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Según el memorando, los agentes que obstruyan los operativos podrían enfrentar cargos bajo leyes federales, que incluyen aquellas contra el fraude o el encubrimiento de inmigrantes en situación irregular. Conoce todos los detalles de las nuevas medidas impuestas por el mandatario republicano.
Trump firma nueva orden para blindar la frontera sur
Las nuevas medidas de Trump y confrontaciones políticas
Durante su mandato previo, Trump enfrentó una fuerte negativa de líderes demócratas que se negaron a colaborar con sus políticas migratorias. Sin embargo, en este nuevo período, no toda la oposición está en contra de sus ideas.
Recientemente, 46 demócratas en la Cámara de Representantes se unieron a los republicanos para aprobar una ley que exige la detención de inmigrantes acusados de ciertos delitos. Además, la administración implementó medidas como la eliminación de restricciones en zonas sensibles y el despliegue de mil tropas adicionales en la frontera con México.
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Estas acciones forman parte de un plan más amplio para intensificar las deportaciones rápidas y limitar el derecho de asilo. Esto ha generado desafíos legales y críticas de diversos grupos que defienden los derechos civiles.
El impacto de las normas de Trump en la población migrante
Como era de esperar, la postura de Trump polarizó considerablemente la opinión pública. Mientras algunos apoyan la idea de acelerar las deportaciones, otros consideran que estas políticas violan derechos fundamentales.
En zonas fronterizas como Ciudad Juárez, México, se inició la construcción de refugios temporales ante el posible aumento de deportados. Las tensiones entre las políticas federales y locales continúan en torno a uno de los temas más divisivos de Estados Unidos.
