La Oficina Oval, más allá de ser el espacio de trabajo del presidente de los Estados Unidos, se ha convertido en un icono cultural y un escenario de momentos históricos trascendentales. Desde las crisis internacionales hasta las decisiones políticas más importantes, esta sala ha sido testigo de todo.
Historia de la Oficina Oval
La forma ovalada de la oficina, diseñada por el arquitecto Nathan C. Myers, simboliza la continuidad y la unidad del poder ejecutivo. A principios del siglo XX, se construyó el Ala Oeste de la Casa Blanca para centralizar las oficinas presidenciales.
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Rápidamente, la Oficina Oval se convirtió en el corazón de la presidencia estadounidense, el lugar donde se toman las decisiones más importantes. Ha sido el escenario de innumerables reuniones con líderes mundiales, negociaciones cruciales y momentos históricos que han moldeado el curso de la nación.
Cada mandatario ha dejado su huella en la Oficina Oval, personalizando la decoración, los muebles y los objetos personales. Esto la convierte en un reflejo de la personalidad y el estilo de cada presidente.
Historia del escritorio “Resolute” de la Oficina Oval
El escritorio Resolute, un regalo de la Reina Victoria, ha sido el centro neurálgico de innumerables reuniones y decisiones presidenciales.
Su historia comienza con el HMS Resolute, un buque de exploración británico que quedó atrapado en el hielo ártico en 1854. Dadas por perdidas, tanto la tripulación como el barco fueron considerados perdidos. Sin embargo, en 1855, el Resolute fue descubierto a la deriva por un ballenero estadounidense.
Los Estados Unidos repararon el barco y lo devolvieron a Gran Bretaña. Este acto de generosidad fue visto como un símbolo de las relaciones entre las dos naciones.
El gobierno británico decidió convertir una parte de la madera del barco en una serie de objetos. Uno de estos objetos fue un escritorio, que fue presentado como un regalo al presidente Rutherford B. Hayes en 1880.
El escritorio Resolute no fue utilizado inmediatamente en la Oficina Oval. Pasó por varias manos y lugares hasta que, en 1961, durante la presidencia de John F. Kennedy, fue colocado en su ubicación actual. Jacqueline Kennedy, la Primera Dama, jugó un papel fundamental en la restauración de la Casa Blanca y en la decisión de utilizar el escritorio Resolute como pieza central de la Oficina Oval.