Una histórica peligrosa ola de calor colmó California a la par con el inicio de julio, especialmente en el Área de la Bahía, y los expertos temen por el tiempo que podría prolongarse. Esta situación, descrita por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) como “letal” y “excepcionalmente peligrosa”, ha traído temperaturas récord a la región.
El calor extremo prolongado no solo pone en riesgo la salud de los residentes, sino que también influye en la infraestructura y los servicios públicos locales. Las altas temperaturas han llevado a cancelaciones de eventos festivos para este jueves 4 de julio y despertó preocupaciones sobre la estabilidad de la red eléctrica.
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Si te encuentras en el Estado Dorado actualmente, o si planeabas visitarlo durante el fin de semana, probablemente te preguntes en qué momento se calmará la ola de calor. Para ello, los expertos ya han hecho sus respectivas evaluaciones, con resultados no demasiado alentadores.
Los efectos del calor extremo en California
Según Lawrence Karnow, meteorólogo del medio Kron4, esta ola de calor es especialmente peligrosa para los ancianos, los niños y todos aquellos ciudadanos con condiciones de salud delicadas. En los próximos días, se espera que las temperaturas alcancen entre los 112° F (más de 44° C) en el interior, y aproximadamente 100° F (casi 38° C) alrededor de la bahía.
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El calor extremo ya ha provocado cortes de energía en East Bay y otras partes del Área de la Bahía. Karnow advierte que la duración prolongada de esta ola de calor podría resultar en apagones rotativos adicionales. Pacific Gas and Electric Company (PG&E) avisó recientemente sobre posibles cortes por motivos de seguridad pública.
Las proyecciones a futuro del clima en California
El NWS extendió su advertencia por el calor excesivo para el Área de la Bahía hasta las 11 p.m. del miércoles 10 de julio, mientras que San Francisco permanecerá bajo alerta hasta las 7 p.m. de hoy, jueves 4 de julio. A diferencia de eventos anteriores, se espera que las temperaturas nocturnas permanezcan altas, superiores a los 70° F (poco menos de 22° C) en los valles.
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Además de los desafíos para la salud pública y la red eléctrica, el calor extremo y las condiciones secas han aumentado significativamente el riesgo de incendios. Los vientos marinos reducen la humedad en el aire, lo que aumenta la posibilidad de que el fuego se propague durante las vacaciones.
