Después de años marcados por preocupaciones sobre la escasez del agua, California suma otra victoria en su lucha contra la sequía. Un embalse del sur del estado, famoso por sus constantes desafíos para mantener niveles sostenibles, finalmente muestra señales de recuperación.
Se trata del Lago Casitas, ubicado en el condado de Ventura. Durante décadas, esta importante reserva de agua enfrentó niveles críticamente bajos, incapaz de alcanzar su capacidad debido a las prolongadas sequías.
No obstante, nuevas fotografías captadas por el Observatorio de la Tierra de la NASA en el 2024 revelan un panorama completamente distinto: el lago ha experimentado una recuperación notable, al sorprender tanto a los locales como a los expertos. El estado actual del cuerpo de agua se observa en la foto principal de este artículo, que se compara con la que compartimos más adelante.
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¿Cómo era el panorama de este embalse californiano en el 2022?
El Lago Casitas, construido en 1958, es una reserva crucial para el condado, ya que abastece a miles de personas y granjas. Con 5.3 km de largo, su importancia ha sido clave para la región de California. Acorde a la NASA, en el 2022 enfrentó una de sus peores crisis, con niveles de agua por debajo del 30% de su capacidad, algo que no ocurría desde 1970.
Este descenso drástico se debió a una combinación de factores: prolongadas sequías, el impacto de escorrentías tras devastadores incendios forestales y restricciones severas en el uso del agua.
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Todo esto afectó no solo a la cantidad de agua disponible, sino también a su calidad, lo que dejó al embalse en una situación precaria y a la región dependiente de recursos cada vez más limitados.
¿Cómo está hoy el embalse de California?
En el 2024, el Lago Casitas ha renacido como un símbolo de resiliencia. Gracias a los ríos atmosféricos que trajeron lluvias abundantes a California, el embalse alcanzó su capacidad máxima en la primavera, algo que no sucedía desde el 2006.
Según la NASA, este hito marcó un giro sorprendente: el agua incluso fluyó por el aliviadero de la presa, un evento que no se veía en más de 25 años. Este progreso, calificado como el “rebote más rápido en la historia del lago” por el gerente general del Casitas, refleja el impacto de los dos últimos inviernos excepcionalmente húmedos.
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“Es una de las cosas más hermosas de todo el entorno que lo rodea”, comentó Mary Bergen, miembro de las juntas directivas del Distrito Municipal de Agua de Casitas. “Todo el mundo está emocionado, incluyéndome a mí", agregó.
