¿Sabías que un pequeño pueblo se ha convertido en el epicentro de una celebración tradicional en todo Estados Unidos? Este lugar, que pasó desapercibido durante años, ahora juega una ubicación clave de Texas en Halloween, una de las festividades más esperadas del año. Desde calabazas gigantes hasta decoraciones que parecen salidas de una película.
Con tradiciones que mezclan lo antiguo y lo moderno, los lugareños han transformado su hogar en el corazón de Halloween. Cada año, las calles se llenan de luces tenebrosas y eventos únicos hacen que este sitio sea irremplazable.
¿Te gustaría saber más sobre cómo este pequeño pueblo texano se convirtió en un referente de la Noche de Brujas? Prepárate para descubrir sus secretos mejor guardados y por qué ha capturado la imaginación de todos.
Las “calabaconchas”, un pan inspirado en Halloween con sabor a calabaza
¿Qué destino de Texas se convirtió en un emblema para la época de brujas?
Floydada, un pequeño pueblo en el condado de Floyd, ha ganado fama como la “capital de la calabaza de Estados Unidos”. Cada año, sus campos producen entre 1,000 y 1,500 hectáreas de este vegetal, con más de 175 variedades diferentes, desde las clásicas naranjas hasta las decorativas. Este lugar es el corazón de la temporada de otoño, ya que abastece a tiendas y festivales en todo el país.
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Granjas como Pumpkin Pyle y Assiter ‘Punkin’ Ranch han impulsado el estatus como proveedor principal de calabazas, que refleja el orgullo local por su producción y tradición. En octubre, el pueblo celebra un festival que llena las calles de este producto de todos los tamaños y colores, por lo que atrapa a los visitantes que quieren experimentar el espíritu festivo de la “capital de la calabaza” y disfrutar de la magia del otoño.
¿Dónde se originó el amor por las calabazas en este pueblo texano?
La pasión de Floydada por las calabazas tiene raíces profundas que se remontan a la década de 1950, cuando B. A. “Uncle Slim” Robertson y su esposa empezaron a venderlas desde un humilde puesto junto a la carretera. Lo que inició como un pequeño cultivo se convirtió en una gran industria.
Pero la historia puede ser aún más antigua. Se dice que en la década de 1540 las tribus nativas salvaron a la expedición de Francisco Vázquez de Coronado con calabazas asadas cerca del Blanco Canyon. Este hecho histórico ha sido parte de la rica tradición y refuerza el legado de este pueblo de Texas como epicentro de las calabazas. A algunos lugares imperdibles son:
- Pumpkin Pyle: granjas tradicionales con actividades y recorridos de calabazas.
- Assiter ‘Punkin’ Ranch: uno de los principales productores, perfecto para ver de cerca el proceso.
- Floydada’s Downtown Plaza: donde se celebra el famoso festival de calabazas en octubre.
- Blanco Canyon: con un significado profundo en la historia del pueblo.
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Si estás buscando un destino otoñal perfecto, ¡Texas es la parada obligada! Entre sus festivales, su encanto rústico y sus calabazas por doquier, este pequeño destino te invita a sumergirte en la magia de la temporada y llevarte a casa una parte de su historia.
