Una joya costera de Texas se ha vuelto un destino favorito para viajeros en busca de playas y diversión. Pero lo que alguna vez fue un escape de fin de semana ahora se ha convertido en una avalancha constante de visitantes, y los residentes ya no están tan felices con la fama de su isla.
Desde el fin de las restricciones por la pandemia de Covid-19, la afluencia de turistas se ha disparado y ha cambiado por completo el ritmo de vida en la ciudad. Antes, los lugareños disfrutaban de una temporada baja con calles más tranquilas y costas despejadas, pero ahora la calma ha desaparecido.
El turismo ya no es solo un negocio de verano, sino un fenómeno de todo el año. Si bien muchos reconocen los beneficios económicos de este crecimiento, cada vez más locales expresan su agotamiento.
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El descontento de los residentes de la ciudad texana
Galveston, la vibrante ciudad costera de Texas, ha visto cómo su popularidad ha crecido sin freno tras la cuarentena. Pero mientras los turistas llenan sus playas y calles durante todo el año, un nuevo estudio revela que ellos no están tan contentos con esta transformación.
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La encuesta, realizada por Longwoods International, consultó a 1,155 habitantes de la isla para conocer su opinión sobre el impacto del turismo. Aunque el 69% sigue considerando positivo el crecimiento del sector, el apoyo ha disminuido 11 puntos en comparación con el 2020.
Aún más preocupante es la percepción sobre la identidad local: solo el 39% cree que el turismo ayuda a preservar la cultura de la comunidad, una caída de 17 puntos en los últimos años.
¿Qué respuesta dieron las autoridades de este destino costero de Texas?
Los funcionarios de turismo de Galveston ya esperaban estos resultados. Kimberly Danesi, directora ejecutiva de la Junta de Fideicomisarios de Galveston Park, reconoció que la afluencia constante de visitantes ha cambiado su dinámica, pero ve en ello una oportunidad más que un problema.
Antes, la temporada turística se limitaba a unos meses, pero ahora el flujo es ininterrumpido. “Es bueno para la economía, aunque algunos residentes lo ven diferente”, señaló Danesi.
Para reforzar la identidad local, han asegurado 200 mil dólares en subvenciones para proyectos que promuevan la historia de la isla, como Juneteenth. También impulsan nuevas atracciones, como la llegada de un circo a Stewart Beach.
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Además, destacó que el turismo reduce la carga fiscal sobre los vecinos, permitiéndoles ahorrar hasta 5 mil dólares en impuestos a la propiedad. “Esperamos que, al ver estos beneficios, más personas entiendan su impacto positivo”, dijo.
