El caos se cierne sobre uno de los parques más icónicos de California. La falta de personal, la incertidumbre en la gestión y la posible sobrecarga de turistas amenazan con transformar un tesoro natural en un escenario de desorden y deterioro.
Con la llegada de la temporada alta, la crisis parece inevitable y preocupa tanto a expertos como a trabajadores del sector. Hablamos de Yosemite National Park, que batalla una situación alarmante. La congelación de contrataciones impuesta durante el mandato de Donald Trump y la anulación de cientos de ofertas laborales lo han dejado con una escasez crítica de empleados.
A esto se suma la inminente jubilación de la superintendente Cicely Muldoon y la posible eliminación del sistema de reservas diarias, lo que podría provocar un descontrol en la afluencia de turistas. Para Don Neubacher, exsuperintendente del parque, la situación es “catastrófica”, y advierte que las consecuencias podrían ser devastadoras.
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¿Por qué Yosemite se encuentra en un caos preocupante?
La crisis comenzó el 20 de enero, cuando el presidente republicano, tras su segunda reelección, ordenó congelar las contrataciones en todo el gobierno federal. Días después, miles de empleados en proceso de ingreso recibieron correos que cancelaban sus ofertas de trabajo. Por lo tanto, dejó al destino sin guardaparques y personal clave.
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Aunque una directiva eximía a los trabajadores temporales, la medida se aplicó de forma errónea y perjudicó gravemente al histórico parque de California. En lugar de corregir la situación, la administración envió nuevas comunicaciones con opciones de renuncia y advertencias sobre recortes.
El 6 de febrero, más contrataciones fueron anuladas, lo que impactó a bomberos y técnicos de emergencias. Según The Washington Post, algunas cancelaciones fueron revertidas, pero la incertidumbre persiste. Sin un plan claro y con menos personal, Yosemite enfrenta su peor crisis en años.
El futuro para este famoso parque nacional de California
Yosemite es uno de los destinos naturales más visitados de Estados Unidos, con una afluencia anual de entre 3 y 5 millones de personas. Sin embargo, el aumento constante de visitantes ha generado serios problemas de congestión, largas filas en los accesos y sobrecarga en sus instalaciones.
Para controlar el acceso, el parque probó distintos sistemas de reservación y redujo la aglomeración, pero generó quejas de quienes no planifican con anticipación. Un plan definitivo estaba previsto para el 2024, pero la administración de Donald Trump lo mantiene en revisión.
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Según el San Francisco Chronicle, el gobierno evalúa su impacto antes de tomar una decisión. En su web oficial, anunciaron que habrá más información después del 26 de febrero, con el objetivo de ofrecer una experiencia equilibrada para los turistas y preservar el parque a largo plazo.
