La inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos tiene preocupados a los inmigrantes indocumentados por las futuras deportaciones masivas; sin embargo, en Texas, no son los únicos que están en alerta con las políticas migratorias que llevará a cabo el republicano.
Desde que el presidente electo comunicó su intención de expulsar a ciertos extranjeros del territorio norteamericano, un grupo de ciudadanos que habitan en el Estado de la Estrella Solitaria temen que pueda realizarlo, dado que esta medida impactaría negativamente en la comunidad.
De hecho, los últimos análisis compartidos por universidades y expertos llegaron a la conclusión de que los texanos sin documentación contribuyen más a la economía de lo que le cuestan al estado. En ese sentido, el director de oportunidades económicas de la organización sin fines de lucro de izquierda Every Texan, Jaime Puente, dijo: “Estamos ante una pérdida significativa de productividad”.
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¿Quiénes son los otros perjudicados por las deportaciones masivas en Texas?
Según un informe del medio The Tribune, los líderes empresariales están alarmados por las posibles deportaciones que pueda aplicar Trump cuando regrese a la Casa Blanca.
El propietario de una compañía de importación y exportación agrícola del Valle del Río Grande, que no quiso dar sus datos por temor a repercusiones legales, contó que cuatro de sus siete empleados son inmigrantes. “Sin trabajadores indocumentados no sobreviviríamos y tendremos que cerrar”, aseguró.
Asimismo, explicó que contrató personas sin papeles porque tuvo dificultades para encontrar ciudadanos estadounidenses y residentes legales dispuestos a realizar esta labor. “La gente que está aquí legalmente no quiere trabajar de esto. Prefieren cobrar el desempleo. Hemos contratado personas que estaban documentadas, pero no duran”, remarcó.
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La importancia de los inmigrantes indocumentados en Texas
Recientemente, el Pew Research Center estimó que los inmigrantes no autorizados representan aproximadamente el 8% de la fuerza laboral del estado, incluida una gran presencia en las industrias de hotelería, restaurantes, energía y construcción.
Entre las principales industrias de Texas, la construcción tiene la mayor proporción de trabajadores indocumentados. Las expulsiones masivas podrían alterar la industria de la construcción de viviendas en el territorio, lo que podría llevar a que se construyan menos casas y a precios y alquileres aún más altos.
Tiempo atrás, la oficina del contralor estatal hizo un estudio para descubrir cómo se vería la economía estatal sin los 1.4 millones de inmigrantes indocumentados que se estima vivían en Texas durante el 2006. El informe arrojó que su ausencia le costaría alrededor de 17.7 mil millones de dólares en producto estatal bruto, una medida del valor de los bienes y servicios producidos en Texas.
