En la Gran Manzana, la pasión por una buena porción es cosa seria. Con miles de opciones, desde puestos callejeros hasta restaurantes de culto, elegir la mejor no es tarea fácil. Pero según un ranking de Time Out, que consultó a periodistas gastronómicos de todo el mundo, Nueva York alberga la segunda mejor pizza del planeta.
Entre tantos rincones famosos, hay un lugar que sobresale por su masa perfecta, ingredientes impecables y un balance de sabores difícil de superar. No es solo una cuestión de tradición, sino de técnica y dedicación en cada detalle.
Si creías haber encontrado el trozo ideal, este sitio puede hacerte cambiar de opinión. Así que, si planeas visitar la ciudad, toma nota, porque esta especialidad neoyorquina promete enamorar hasta a los paladares más exigentes.
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¿Cómo es la segunda mejor pizzería de Nueva York?
En el corazón del Lower East Side, Scarr’s Pizza se ha convertido en un verdadero fenómeno gastronómico. La fila para probar sus famosas rebanadas se extiende por la cuadra, con fanáticos dispuestos a esperar más de una hora solo para dar el primer bocado.
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Desde el 2023, su nueva ubicación en Orchard Street reemplazó al local original, pero el espíritu sigue intacto: servir una pizza simple, auténtica y llena de carácter. Detrás de este éxito está Scarr Pimentel, un neoyorquino de raíces dominicanas que perfeccionó su técnica en locales icónicos como Lombardi’s y Artichoke Basille’s antes de abrir su propio local en el 2016.
Su visión era clara: recuperar el espíritu de las pizzerías clásicas sin caer en la nostalgia vacía. Por eso, el ambiente es un guiño a los años 70, con paneles de madera y booths de formica, pero con una propuesta culinaria seria y sin atajos.
La pizza que triunfó como la segunda mejor del mundo
En Nueva York, donde abundan las opciones extravagantes, Scarr’s Pizza conquistó el podio con lo más simple: una cheese slice. Sin toppings extra ni combinaciones fuera de lo común, destaca por su equilibrio perfecto entre masa crujiente, salsa sabrosa y queso derretido en su punto justo.
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Cada bocado es una prueba de que no hace falta nada más para lograr la excelencia. Vale la pena hacer la fila y comprobar por qué esta rebanada clásica se llevó todos los aplausos. ¡A disfrutar!
