Cuando los migrantes refugiados llegan a Estados Unidos, generalmente han tenido que gastar todo su dinero en el camino, por lo que no les alcanza para comprar ropa ni tienen mucha idea sobre los trámites que deben realizar para poder establecerse y regularizarse en el país. Pero ahora en Nueva York tienen la oportunidad de visitar una Pequeña Tienda de Bondad (Little Shop of Kindness), una boutique que les ofrece productos y servicios gratis para ayudarlos a empezar una nueva vida.
Este negocio, que se ubica en el barrio Upper East Side de la ciudad, está dirigida por Team TLC NYC, un grupo sin fines de lucro que fue el primero en recibir a los migrantes en la Autoridad Portuaria cuando el gobernador de Texas comenzó a enviarlos en autobús hacia el norte. Les brinda necesidades básicas y asistencia legal.
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El grupo abrió la tienda gratuita para ayudar a abordar la creciente crisis migratoria de la ciudad y también para contrarrestar la hostilidad que muchos dicen enfrentar en La Gran Manzana. Los artículos que se ofrecen son nuevos o ligeramente usados y donados por voluntarios y residentes de Nueva York.
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Un lugar de bondad para los migrantes en Nueva York
Como dice su nombre, los dueños y voluntarios de la tienda tienen el objetivo de hacer que los migrantes se sientan bienvenidos y respetados. El grupo diseñó la Pequeña Tienda de la Bondad para que pareciera una boutique normal y desde entonces ha vestido a más de 13,000 personas.
“La tienda es única e importante, ya que brinda cierta dignidad y normalidad a las personas, dándoles la sensación de ‘soy una persona, no un problema; Soy un cliente valioso, no un caso de caridad’”, dice a CNN Ilze Thielmann, la directora de la tienda.
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Una vez que los migrantes llegan al lugar, son atendidos por un voluntario, quien les da un recorrido. Tienen la oportunidad de probarse lo que deseen: ropa, zapatos, bolsos y abrigos. También pueden llevar ropa interior, productos de higiene personal y femeninos.
“Los traemos con el atractivo de ropa, refrigerios, artículos de tocador y suministros, y luego evaluamos sus necesidades individuales mientras están aquí", dice Thielmann. “La mayoría de los inmigrantes que llegan no son indocumentados, son solicitantes de asilo documentados o bajo estatus de protección temporal y solo necesitan ayuda para entender los pasos a seguir, así que tratamos de hacer precisamente eso”, agrega.
Los niños reciben dulces y también tienen la oportunidad de llevarse el juguete que más les guste.