El turismo dentro de Estados Unidos es uno de los factores más influyentes en la economía local y es por esa razón que en un pueblo de California los vecinos comenzaron una batalla por una construcción que podría modificar significativamente la llegada de visitantes a su territorio. ¿Qué es lo que está pasando?
En la ciudad de Carmel, ubicada en el condado de Monterrey, la comunidad está enfrentada por una polémica reconstrucción planificada de un icónico e histórico hotel familiar. Algunos residentes quieren que la localidad progrese como destino turístico, con lo último en alojamiento de lujo, y otros sienten que el lugar se define por su preservación de sus edificios. Pero la decisión de derribar la Casa Hofsas, un hotel de temática bávara pintado del color de un flamenco, se convirtió en la guerra menos pensada para las autoridades.
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El establecimiento fue fundado y atendido por la misma familia desde 1949. En abril de este año, la propietaria de tercera generación, Carrie Theis, recibió la aprobación unánime de la comisión de planificación de la ciudad para demoler y reconstruir el hotel, que está previsto para finales de este año o principios del 2025. Sin embargo, mientras trazaban los últimos detalles del proyecto, la presencia de una persona modificó todos sus planes: Neal Kruse, cofundador de la Asociación de Preservación de Carmel.
Esta organización se encarga desde hace décadas de “salvaguardar la encantadora arquitectura tradicional de la ciudad junto al mar”, según explica su página web. Al enterarse de esta decisión sobre el futuro de Casa Hofsas, Kruse presentó un recurso para bloquear la aprobación final y pidió a las autoridades que revean el proyecto.
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¿Qué pasará con el hotel y cómo sería su reconstrucción?
Aunque las remodelaciones del alojamiento, que cuenta con cuatro pisos y 38 habitaciones, no requieren grandes cambios en términos de espacios, quienes se oponen al plan sostuvieron que en Carmel comenzó una etapa “de absoluto infierno de construcción”.
La semana pasada, Kruse se presentó ante el Concejo Municipal de Carmel para defender su apelación y afirmó que el proyecto es la mayor nueva construcción desde que se creó Carmel Plaza, un centro comercial al aire libre en 1960. “Desde entonces, nunca hemos hecho nada de este tamaño”, dijo. Sin embargo, los miembros del concejo subrayaron el hecho de que el personal de la ciudad y la comisión de planificación habían revisado repetidamente la legalidad del plan para aprobarlo en abril.
Por otra parte, el alcalde interino, Bobby Richards, antes de emitir su voto en contra de la apelación, señaló que la nueva estructura deberá seguir las pautas actuales de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades: “Tenemos muy pocos hoteles que ofrezcan ADA, y necesitamos que haya más de esos”.
