Los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo la deportación de José Luis López-Hernández, un ciudadano mexicano de 45 años, en El Paso, Texas. El hecho se produjo el pasado jueves 14 de noviembre cuando el individuo, buscado por violación, fue entregado a las autoridades de su país natal en el puente internacional Stanton.
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El hombre ingresó de forma ilícita al país el sábado 19 de octubre cerca de Santa Teresa, Nuevo México, y fue detenido por agentes de la Patrulla Fronteriza poco después. Posteriormente, quedó bajo custodia del ICE, que gestionó su expulsión a través de la Iniciativa de Repatriación Interior.
La importancia del arresto de este inmigrante mexicano en El Paso
Mary De Anda-Ybarra, directora de la oficina de campo de Operación de Deportación y Remoción (ERO) en El Paso, señaló que la cooperación entre ambos países fue crucial. “El fugitivo extranjero huyó de su país para evitar ser procesado, pero ahora está de regreso donde puede enfrentar la justicia”, declaró.
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La misión de ERO se centra en la repatriación de individuos que no cuentan con una base legal para permanecer en Estados Unidos y que, además, representan una amenaza para la seguridad pública. Este caso evidencia los múltiples esfuerzos del gobierno estadounidense por cumplir estrictamente con sus leyes de inmigración.
Un sistema anticriminales con alcance internacional
Con más de 7,700 agentes desplegados en 25 oficinas nacionales y 30 puestos en el extranjero, ERO colabora activamente con agencias internacionales para realizar deportaciones efectivas. Sin embargo, también se asegura de cumplir con procedimientos legales supervisados por los jueces del Departamento de Justicia, quienes determinan las órdenes finales.
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El caso de José Luis López-Hernández es uno de los tantos que muestran el modus operandi de la agrupación, así como también el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Por su parte, el criminal, ya en México, espera por conocer su condena.