La llegada del 2025 en Nueva York significó la aplicación de una nueva regla de tránsito que está cambiando la manera de conducir en la ciudad. Sin embargo, todo podría volver para atrás por un motivo en particular. ¿Qué es lo que sucede?
Desde el 5 de enero, los automovilistas de la Gran Manzana deben pagar un peaje por congestión en algunas zonas de Manhattan para poder ingresar durante las horas pico. La tarifa inicial es de 9 dólares entre las 5:00 a.m. y 9:00 p.m. (hora local) en días laborables y de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. los fines de semana.
Esta medida, impulsada por la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés) tiene como principal objetivo de reducir el tráfico y financiar mejoras en el sistema de transporte público con su recaudación, pero el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos podría complicar su continuidad.
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¿Cuáles son los obstáculos que presenta el peaje por congestión en Nueva York?
Según un artículo del medio New York Post, la administración saliente de Joe Biden habría ignorado una política central para la implementación de la tarifa por congestión: la MTA no presentó la declaración completa de impacto ambiental sobre este programa.
Las autoridades locales habrían enviado una “evaluación menos amplia” sobre los efectos del proyecto de tránsito, algo que podría provocar inconvenientes para la prolongación de la misma.
Ahora, los funcionarios de Trump, con la ayuda del Senado, tendrían la opción de revocar esta autorización federal, dado que también existe una demanda de Nueva Jersey contra los peajes en un tribunal federal.
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¿Qué dicen los críticos sobre la implementación del peaje de congestión?
Aunque los expertos aseguraron que esta tarifa puede mejorar la calidad de aire de la ciudad, los críticos dicen que será a costa de aumentar el tráfico y la contaminación del aire en Jersey, Staten Island y el Bronx, que ya cuentan con alguno de los peores problemas medioambientales del país.
En tanto, si la administración del mandatario no revoca esta autorización, el Congreso será la última instancia de pelea, donde incluso los representantes demócratas en contra podrán unirse a los republicanos para aprobar una medida que evalúe exhaustivamente su aplicación.
