El estado de Texas enfrenta un desafío crítico en torno a la pérdida de agua, especialmente en sus ciudades más grandes. Houston, San Antonio, Dallas, entre otras, reportaron pérdidas de aproximadamente 88 mil millones de galones en el último año.
Este problema, impulsado por una infraestructura hídrica anticuada y el calor extremo en la región, le ha costado millones de dólares al estado y puso en riesgo el suministro de agua local. Las auditorías de pérdida de agua realizadas por las propias ciudades resaltan la necesidad de una intervención urgente.
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Casi todas las grandes ciudades de Texas han sufrido un aumento en la pérdida de agua. La combinación de factores como medidores inexactos, fugas y roturas de tuberías amenaza la sostenibilidad del suministro de agua en el Estado de la Estrella Solitaria.
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Las multimillonarias pérdidas por el problema del agua en Texas
Las auditorías de pérdida de agua expusieron el envejecimiento de las tuberías y las fugas como las principales responsables de esta crisis. En Houston, la ciudad más poblada de Texas con 2.3 millones de habitantes, se perdieron alrededor de 31.8 mil millones de galones de agua el año pasado, es decir, un aumento del 30% en comparación con el año anterior.
San Antonio y Dallas también sufrieron pérdidas significativas, con 19.5 mil millones y 17.6 mil millones de galones respectivamente. Específicamente, Dallas registró un aumento del 18% en la pérdida de agua respecto al año anterior, y superó con creces las expectativas iniciales.
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Si bien los números están lejos de los vistos en Houston, San Antonio y Dallas, ciudades como Austin (con pérdidas de 7.1 mil millones de galones), Fort Worth (5.9 mil millones) y El Paso (4.8 mil millones) también se vieron considerablemente afectadas por la pérdida de agua en el último tiempo.
Pero esta situación no es exclusiva de las grandes ciudades. Comunidades más pequeñas y con menos recursos en todo el estado también enfrentan problemas similares. La Federación Nacional de Vida Silvestre explicó que el sistema actual de gestión del agua en Texas no es sostenible ni defendible.
