Un aeropuerto de California enfrenta una incertidumbre que va más allá del tráfico aéreo. En febrero del 2024, este establecimiento costero vivió un hito alarmante: múltiples cierres debido a inundaciones que paralizaron todas las operaciones, marcando un preocupante récord en su historia.
Los días 4 y 19 de ese mes, las fuertes lluvias obligaron a suspender vuelos comerciales y privados del Aeropuerto de Santa Bárbara, además de cerrar los estacionamientos de la terminal. Las autoridades locales describieron el impacto como una “cantidad significativa de inundaciones”, una señal inquietante de lo que podría ser un problema recurrente.
Este episodio encendió las alarmas sobre la viabilidad del aeropuerto. La combinación de su ubicación costera y el cambio climático plantea una pregunta inevitable: ¿podrá Santa Bárbara mantener este punto estratégico en la aviación?
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¿Por qué hay riesgo de inundaciones en este aeropuerto de California?
La ubicación del Aeropuerto de Santa Bárbara en una llanura aluvial cercana al océano lo convierte en un punto vulnerable ante fenómenos climáticos extremos. Según Charles Lester, exdirector ejecutivo de la Comisión Costera de California, este tipo de problemas no es exclusivo del sitio: “Muchos aeropuertos se construyen en humedales, como el de Oakland o SFO, que enfrentan desafíos similares por estar a nivel del agua”, señaló.
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Sin embargo, la ciudad californiana enfrenta factores únicos que agravan su situación. El Pantano de Goleta, donde está ubicado, es un área de gran valor ambiental y cultural. Lester destacó la importancia histórica de las comunidades tribales nativas que habitaron la zona durante miles de años y que aún hoy mantienen un interés en su preservación.
¿Qué futuro le depara a este icónico aeropuerto costero de California?
Pese a los desafíos de las inundaciones, el Aeropuerto de Santa Bárbara cerró el 2024 con cifras récord de pasajeros, ya que alcanzó casi 1.3 millones y con proyecciones de superar los 1.4 millones en el 2025, según su portavoz, Daus. Esto refleja su popularidad sostenida, incluso cuando el número de vuelos aún no alcanza los niveles previos a la pandemia.
El éxito del año pasado impulsó la incorporación de vuelos directos, como el servicio diario a Atlanta, su primera ruta transcontinental, que resultó ser un éxito rotundo.
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Con miras al futuro, se proyectan importantes mejoras en la terminal, cuya construcción comenzará a finales del 2025. Estas incluyen un nuevo estacionamiento, ampliaciones en la pista y hasta 3,158 metros cuadrados adicionales de espacio. Todo esto forma parte de un ambicioso plan maestro que busca anticiparse a los próximos 20 años de crecimiento y evolución tecnológica en la industria.
