El sur de Florida se prepara para la llegada de su característica temporada de lluvias, que generalmente se extiende desde mediados de mayo hasta octubre. Este año, la época comienza de manera inusual, sin la intensidad esperada de inmediato, aunque es inevitable que pronto se manifieste plenamente. Durante estos meses, la región experimenta un aumento significativo en las precipitaciones, con tormentas diarias que a menudo se forman por la tarde debido al calor y la humedad características de la zona.
La temporada de lluvias tuvo un inicio diferente
En lugar de las típicas tormentas vespertinas y el aumento de la humedad, el pronóstico del jueves indica un calor sofocante cercano a los 90º F (32º C) sin apenas lluvia a la vista. Esta situación es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en esta época del año, lo que genera sorpresa entre los residentes y meteorólogos por igual.
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Esta temporada de lluvias, que se extenderá hasta el 15 de octubre, coincide con la temporada de huracanes en el Atlántico, que también tiene fechas de inicio y fin claramente definidas. Sin embargo, el inicio de la época de precipitaciones en un día caluroso y seco a mediados de mayo plantea interrogantes sobre la variabilidad climática y los patrones meteorológicos inusuales que se están experimentando.
Es común que las lluvias aumenten gradualmente, con picos de actividad en junio y septiembre. Durante estos meses, la combinación de altas temperaturas y humedad crea un ambiente propicio para la formación de tormentas eléctricas diarias. La precipitación acumulada durante este período es crucial para reponer los niveles de agua en la región, especialmente en los Everglades y otros ecosistemas que dependen del ciclo de lluvias.
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Históricamente, una serie de criterios ha sido utilizada para determinar el inicio y el final “oficial” de la temporada de lluvias. Esto incluye la observación de días consecutivos con temperaturas altas entre los 80º F (26º C) y puntos de rocío superiores a los 70º F (21º C), lo que crea la familiar sensación “pegajosa” en el aire. Este conjunto de condiciones es esencial para definir el inicio de la temporada, aunque este año parece haberse desviado del patrón tradicional.
Además, la aparición de tormentas vespertinas sobre tierra y tormentas nocturnas sobre las aguas del Atlántico ha sido una métrica clave para marcar el cambio en la temporada. Sin embargo, debido a la naturaleza variable y algo subjetiva de estos parámetros, la determinación del inicio de la temporada a menudo se hace de forma retroactiva. Esto implica que, aunque oficialmente la temporada de lluvias haya comenzado, los residentes pueden no sentir sus efectos inmediatos hasta que las condiciones se alineen con las expectativas tradicionales.
