El Schlitterbahn Waterpark Kansas City, un parque acuático ubicado en esta ciudad de Missouri, fue abandonado por un escalofriante motivo. Este establecimiento pretendía convertirse en una de las mayores atracciones de la época, pero vio su final muy pronto sin ningún tipo de contemplación.
En el 2009 el Schlitterbahn Waterpark abrió sus puertas al público. El proyecto total comprendía un área de desarrollo de 370 acres (150 hectáreas) y una inversión de 750 millones de dólares. Con 40 acres (16 hectáreas), fue el cuarto parque acuático de Schlitterbahn en Estados Unidos y el primero fuera de Texas.
La primera fase, que comprendía 12 atracciones acuáticas, tres restaurantes y dos tiendas, funcionó de maravilla, hasta que el parque anunció la construcción de la que sería su joya de la corona: el tobogán acuático más alto y rápido del mundo.
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¿Cómo era el parque acuático de Missouri?
Además de las atracciones acuáticas, los lugares de comida y las tiendas, una segunda fase del proyecto contemplaba la construcción de hoteles, más tiendas de artículos deportivos, regalos, restaurantes y más.
Dos años después de la inauguración oficial, en el 2011, se añadieron seis nuevos juegos acuáticos, pero el proyecto hotelero y de mayor expansión quedó estancado debido a la crisis económica de aquel momento.
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En noviembre del 2012, Schlitterbahn Waterparks anunció sus planes para construir el tobogán acuático más alto y rápido del mundo. La caída inicial fue de 17 pisos con una sección cuesta arriba de cinco escalones.
Con 168 pies (51 metros), el punto de partida era más alto que las Cataratas del Niágara y alcanzó una velocidad máxima de 65 millas por hora (105 kilómetros por hora). Se inauguró el 10 de julio del 2014, después de múltiples retrasos debido a las pruebas de seguridad que debía pasar el juego.
¿Por qué cerró el parque de Missouri?
Dos años después, en el 2016, un fatal y escalofriante accidente acabó con la vida de un niño de 10 años en el parque acuático de Missouri y dejó gravemente heridas a otras dos personas. La muerte se produjo cuando la balsa en la que se encontraba el menor voló por el aire en el bache inferior y golpeó contra un soporte de metal de la red, que lo decapitó. El establecimiento fue cerrado para realizar inspecciones y, aunque volvió a abrir días después, este tobogán nunca más vio la luz.
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En el 2018 varias atracciones ya estaban cerradas por no cumplir con las regulaciones de la ciudad y pronto todo el parque empezó a ser desmantelado. Ahora está abandonado y todavía se pueden observar algunos restos de los principales juegos que alguna vez fueron la sensación en Missouri.
