La ciudad que nunca duerme siempre tiene una sorpresa bajo la manga, pero esta vez no se trata de luces brillantes ni del bullicio de sus calles. En el corazón de Nueva York, una inesperada visitante emergió de las aguas del East River y dejó atónitos a los pocos afortunados que lograron presenciar el fenómeno.
El lunes, justo cuando el sol comenzaba a colarse entre los icónicos puentes de Brooklyn y Manhattan, algo rompió la calma del río. Las miradas incrédulas y los reportes urgentes de testigos señalaron lo imposible: una criatura marina tan majestuosa como inesperada.
Era una ballena, moviéndose con elegancia entre las aguas, tan cerca que sus movimientos parecían una coreografía improvisada para los espectadores en la orilla de Brooklyn. Pero la pregunta persiste: ¿qué llevó a este gigante del océano a pasearse por un río rodeado de rascacielos?
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¿Qué especie de ballena sorprendió en las aguas de Nueva York?
El misterioso visitante que asombró en el East River sigue siendo un enigma. Según la Guardia Costera, no está claro si se trató de una ballena jorobada o una ballena franca del Atlántico Norte, una de las especies más amenazadas del mundo.
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Lo que sí señalaron es que avistar un mamífero de esta magnitud en un área con tanto tráfico marítimo es algo extraordinario. La ballena franca del Atlántico Norte es una de las tres especies de ballenas francas, junto con la del Pacífico Norte y la del hemisferio sur.
iNaturalist user yuunikorn shares a photo to that platform, confirming a Humpback in the East River tonight.https://t.co/ph0LMgs1Y5 pic.twitter.com/QHtHpK7eQP
— ᴄʜʀɪs sᴛ ʟᴀᴡʀᴇɴᴄᴇ (@chrisstIawrence) November 26, 2024
Estas gigantes marinas, conocidas por sus movimientos lentos y su alimentación filtradora, utilizan placas de barbas para capturar pequeños crustáceos en el agua. Su situación crítica de conservación y su carácter esquivo hacen que cualquier encuentro con ellas sea un momento único.
¿Es común ver a estos gigantes acuáticos en esta época del año?
Aunque parece sorprendente, la Guardia Costera asegura que los mamíferos marinos no son extraños en el puerto de la Gran Manzana: “Tenemos muchos mamíferos marinos en el puerto de Nueva York”, explicó el portavoz Logan Kaczmarek.
Aun así, los avistamientos de ballenas suelen ser menos comunes, especialmente hacia el final de la temporada migratoria de otoño. Cada año se reportan entre 40 y 80 avistamientos en la zona, sobre todo en primavera y otoño, cuando migran en busca de aguas más cálidas o alimentos.
Con la migración otoñal ya finalizando, el paso de este animal resulta aún más intrigante: “No tengo ni idea de a dónde iba esa ballena específicamente”, comentó Kaczmarek, lo que destacó el misterio detrás de este encuentro.
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Si bien no sabemos hacia dónde se dirigía este gigante, su breve paso por Nueva York dejó a la ciudad con una historia que contar y a los neoyorquinos mirando al agua con un poco más de curiosidad.
