En el corazón de la fantasía y la diversión, Disney, en California, se erige como un destino de ensueño para millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, para una pareja inusual, este icónico parque temático se convirtió en mucho más que un lugar de visita: se convirtió en su hogar. Desde 1955 hasta 1971, Owen y Dolly Pope vivieron en Disneyland, ocultos a la vista de todos, sumergiéndose en la magia del parque sin que nadie se diera cuenta.
En un lugar donde los sueños se hacen realidad y la imaginación no tiene límites, esta pareja llevó una vida clandestina, única y desconocida para la mayoría de los visitantes.
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La pareja que vivió 15 años en el icónico parque de Disneyland en California
Durante los primeros años de su estancia en Disneyland, el matrimonio residía en una casa rodante estratégicamente ubicada cerca de las áreas de Frontierland. Este rincón del parque, que evocaba la atmósfera del antiguo oeste estadounidense, proporcionaba el escenario perfecto para su estilo de vida discreto.
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Con el paso del tiempo, los Pope lograron asegurar una residencia más estable, conocida como “The Pope House”, ubicada en un lugar más privado detrás del rancho de los animales. Aunque fuera del alcance de los visitantes, este nuevo hogar les brindaba comodidad y discreción, permitiéndoles integrarse aún más en la vida diaria del parque.
Frontierland, donde residían, era mucho más que un conjunto de atracciones; era un mundo donde la historia cobraba vida. Con detalles meticulosos que transportaban a los visitantes al pasado, como la Golden Horseshoe Saloon y el Tom Sawyer Island, el área proporcionaba el telón de fondo perfecto para la vida secreta de la pareja.
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Además de disfrutar de su singular residencia, desempeñaban un papel activo en la operación del parque. Su contribución al cuidado y entrenamiento de los caballos en la Pony Farm, la principal atracción de cabalgatas del parque, reflejaba su dedicación y habilidades en el manejo de animales.
Tras 15 años de vida en Disneyland, los Pope decidieron emprender un nuevo capítulo en Florida en 1971. Su traslado al recién inaugurado Magic Kingdom de Walt Disney World marcó el final de una era en el parque y el comienzo de una nueva aventura en el mundo de Disney.
La extraordinaria historia de Owen y Dolly Pope ilustra cómo lograron vivir en Disneyland durante 15 años, ocultos a la vista de todos, mientras contribuían al encanto y la magia del parque. Aunque su tiempo en el parque llegó a su fin, su legado perdura como un testimonio de dedicación y pasión por el mágico mundo de Mickey.
